opiniones sobre el Restaurante El Palomar

Trato pésimo. Limpieza mínina. Cortesia nula. Despota y mísero. El dueño bebiendo en la barra. La comida del perro en medio del salón. Típico restaurante en decadencia a los que va chicote. Sólo menú cerrado sin carta.

Comida casera abundante y a buen precio trato familiar productos de muy buena calidad.

Recomendable. El sitio es bonito. Se come bien y el precio está también bien. La comida es abundante y bien preparada.

Buena comida casera a buen precio. Buena atención. Local con una decoración rústica agradable. Se han atendido las peticiones que habíamos solicitado.

Hemos estado visitando las excavaciones de atapuerca y hemos aprovechado para comer en el restaurante el palomar. Sólo decir que muy bien y que nos gustó mucho el sitio.

Visitamos Atapuerca durante el puente del pilar del 2009, un grupo de 14 personas. Tras ver las opiniones sobre el restaurante en diferentes foros decidimos elegirlo para comer el sábado. La decepción fue máxima: no sabemos si es porque estaban desbordados pero la atención fue mínima (tardamos en comer más de 2 horas y media, traían los platos descompasados... ) y las raciones escasas. Habíamos indicado en la reserva que, al menos la mitad, comeríamos cordero pero no lo sabían o no lo habían anotado. Que no se tome esta opinión como referencia pero que sirva, al menos, para valorar desde otro punto de vista las críticas muy positivas.

El restaurante es muy acogedor, situado en una casa del pueblo decorada estilo antiguo, muy acogedor. El personal es muy simpático y amable, acostumbrado a tratar con peregrinos, aunque los idiomas no son su fuerte. En todo caso suplen cualquier carencia de este tipo con enormes dosis de simpatía y dedicación. La cocina es excelente, con una carta no demasiado extensa, lo que garantiza que cualquiera de los platos son especialida de la casa. Guisos castellanos y comida bien hecha al estilo tradicional son sus señas de identidad. Las raciones son para gente con buen apetito, por lo que es difícil salir de allí con hambre. A la hora de pagar, la cartera se llevará una gran alegría porque los precios son ajustadísimos.

Parece increíble que se pueda comer tanto y tan bien por ese dinero. Y después de comer puede uno tomarse un cafecito en la preciosa terraza-jardín de que dispone, con lo que la satisfacción será completa. Puedo decirlo más alto pero no más claro: si van por la zona de Atapuerca no dejen de comer aquí.

Sorprende nada más entrar por el encanto que irradia, es como un oasis en un pueblo como atapuerca, lleno de historia medieval y de prehistoria por esos yacimientos de los primeros pobladores de europa. La mano de la cocinera es una maravilla pues los exquisitos platos que cocina te hacen sentir en el mejor restaurante y a la vez como en tu casa. Perfecto. Son amables y campechanos y lo mejor, además del trato, es la relación calidad-precio. En el jardín, rodeado de rocas, plantas y flores notas una sensación de vienestar como en pocos sitios. Cuando te vas ya estás añorando volver otra vez. Gracias por conservar ese "oasis".

Es un local muy bien decorado y con encanto. La comida es casera de verdad, y el trato es como en familia. Lo recomiendo