Este sitio nos lo recomendó un señor del pueblo. Tapas buenas y no caro. Lo mejor el servicio. Nos atendió muy amablemente saray. Muy recomendable.
Excelente variedad y todo muy bueno. El precio... Varato para la calidad que ofrecen. Estupendo servicio.
Estuvimos ayer día 5-4-14 pedimos una mariscada la de 59,90 creo más o menos pero lo que no me gusto nada fue que el bogavante además de ser muy pequeño no pude comer ni la cabeza ni las patas porque olia a amoniaco, el buey estaba sequísimo y que decir de las natillas que me las trajeron con aspecto de cortadas ante la duda claro esta ni las probe. En general muy mal. Habíamos estado en el mes de octubre y todo estuvo mucho mejor pero ayer decepcionante vamos para no volver
Estuvimos el viernes 21 de junio comiendo una mariscada casi 57€ los dos, incluido el vino, nos cobraron el pan. Dato importante el restaurante casi vacío una mesa de 4 comiendo menú, otra con 2 personas, y nosotros una pareja. El servicio normal. La mariscada mal, las almejas y el bogavante bien, no como para tirar cohetes.... Pero se podían comer, las navajas pequeñas, las gambas y los langostinos no se podían pelar, el centollo seco, lo mejor el vino.... No volveremos y no lo recomendamos.
No es un lugar que recomendar a nadie. Debió llamarnos la atención que un domingo el comedor estuviera vacío. La niña pequeña se quedó sin comer porque el filete no había forma de cortarlo, no era recién hecho. La paella tenía buen gusto pero no valía los 20 euros por ración que nos cobraron. Los niños se quedaron sin comer postre porque prácticamente no había nada para elegir. Un desastre.
Pedimos arroz con bogavante para dos y comimos bien los tres. Estaba bueno pero el arroz no sabia mucho a marisco. El servicio correcto y una buena relación calidad-precio. No comáis en la terraza que en el primer piso hay una cotorra que esta chillando todo el rato.
Excelente arroz con bogavante, al principio parece que con demasiado caldo, pero lo va absorbiendo a la medida que comes, en su punto. El bogavante más fresco que he tomado en mucho tiempo. Con el servicio hay que tener un poco de paciencia, pero si estás de vacaciones tampoco parece que debas estar estresado, disfruta mientras de la ría.
Estuvimos el día 18/8/2011. Después de pedir al camarero que nos reservase una mesa y tomar una ración de rabas (frescas) 12 € y una ración de navajas (navajitas) 7 € y tomar un par de cañas en la barra, y después de hora y media nos sientan en el bar. Llega el camarero y nos tira, literalmente, los cubiertos y las servilletas en un montón. Pedimos 3 bacalaos, 1 rodaballo y 2 entrecots para los niños. El rodaballo correcto, al césar lo que es del césar, los entrecots con más nervios que un psiquiátrico en temporada alta, y los bacalaos los rechazamos por que eran minúsculos en un plato enorme, sin guarnición ni nada. Llamamos al encargado y nos dice que no pueden poner más bacalao porque a ellos les cuesta a 50 €/kg. Ni que fuera noruego. Pues bien a la hora de pedir la cuenta nos soplan más de 80 € y lo peor las 4 de la tarde y 3 personas sin comer. Un auténtico atraco. Tuvimos que mudarnos a la acera de enfrente a comer unos huevos fritos con patatas. De todas maneras durante hemos comprobado que en los sitios más turísticos de Cantabria hay locales, demasiados por cierto y salvo honrosas excepciones, que se dedican a clavar al viajero.
No puedo opinar de la comida, porque a pesar de que nuestra idea era cenar una mariscada, no nos quedo otro remedio que elegir otro, tras media hora de espera. Nos sentaron en una mesa y nos trajeron la carta. A pesar de que la mitad de las mesas estaban vacías, paso media hora y nadie vino a atendernos y a tomarnos nota, por lo que tras infructuosos intentos de llamar la atención del personal, decidimos abandonar el restaurante y cenar en otro. Es decir, un desastre, porque si aunque sea se hubiesen acercado a decirnos que estaban muy liados y que enseguida nos atendían, no habríamos tenido que cambiar a otro restaurante.
Muy buena relación calidad precio, magnifica mariscada con unas vistas estupendas al puerto, con un ambiente muy simpático.