La comida un diez igual que en atención, lo único peor es el aparcamiento, por lo demás es un restaurante encantador. Digno de repetir
La comida un diez igual que en atención, lo único peor es el aparcamiento, por lo demás es un restaurante encantador. Digno de repetir
Tanto la cocina, como la propuesta de vinos así como la atención del servicio nos parecieron muy bien. Recomendable.
En este restaurante se combinan los dos ingredientes necesarios para una experiencia gastronómica satisfactoria: una cocina exquisita que para mi gusto no tiene ningún "pero" y un servicio que no solo destaca por su atención cálida y dispuesta sino también por un gran conocimiento de su trabajo que, a la vista del gran interés que muestran por todos los detalles, es también pasión. Después de probar el platillo de sant climent por navidades (impecable, perfecto), ahora espero volver pronto para degustar alguna sugerencia con cerezas (el ingrediente estrella del pueblo, por si alguien no lo sabe). Precisamente, al acabar la comida, pude ojear el libro "bojos per les cireres" de gerard solís (el chef del restaurante) y repasar la exhaustiva lista de platos con cerezas como ingrediente destacable. Se multiplicaron por mil las ganas de volver a éste restaurante...
Restaurante muy familiar, trato agradable, ideal para reunión de amigos. Puede mejorar la calidad precio
Cuesta llegar pero vale la pena. Excelente cocina de mercado de alto nivel con un servicio atento, cercano y familiar.
Algo escondido para los no conocedores de la zona pero merece la pena el desplazamiento. Recomiendo encarecidamente el entrecot al cabrales. A la hora de los postres pedir el plato degustación que no está en la carta. La atención es muy amable y familiar. Es necesario reservar.