Restaurante: El Rey de la Sepia

El restaurante en si está muy bien ubicado, al lado de la puerta de la corredera (entrada al casco de la ciudad), para aparcar tienes sitio a unos 500 metros, entre el bar y la gasolinera(a la salida para la autopista), el restaurante consta de el típico bar de pueblo con algunas mesas frente a la barra y al fondo los baños y entre esto el comedor, no muy grande con un aforo creo recordar de 52 personas, es un bar de pueblo posemos decir, en cuanto a la habitabilidad del local creo que es su punto débil, para salir la gente tienen que pasar de lado y recuerdo que para salir un hombre con un carrito de bebe nos tuvimos que levantar a su paso, porque no podía pasar para 4 personas nos pusieron en una mesa en la que al poner los platos, el agua teníamos que bajarla al suelo y coger el pan y darle al camarero la cesta porque en la mesa no entraba, el otro punto flojo es el baño de los hombres, por limpieza no estaba mal, pero es muy viejo y el asiento está negro por el desgaste, con muy poco dinero le podrían hacer un lavado de cara no siendo así el de las mujeres pues mi pareja me comentó que estaba bien. En cuanto a la comida muy muy bien, por 10 € comimos mucho y muy rico, si pides entremeses te ponen como media tabla, espárragos, fácil que fueran 10 por persona, cuando en otro lado te ponen 4 y se quedan tan anchos, pollo o ternera y un plato con lechuga y patatas bastante abundante, tienen dos camareros, un chico y una chica, a mi modo de ver más dispuesto el chico que la chica aunque ambos igual de trabajadores, rápidos y validos, lo único eso, la chica me pareció un poco sosa en relación al chico que al marchar te despide y agradece la visita, recuerdo que un hombre de la mesa de al lado pidió cocido con orejas y el plato se le sirvió a rebosar, otro punto a tener en cuenta es que cuando mi cuñado pidió si tenían carta le comentaron que si pero que las planchas estaban llenas y que tardaría por lo que decidió comer también el plato del día, yo la verdad creo que lo que ocurría no es que estuvieran las planchas llenas si no que el bar estaba lleno esperando para entrar a comer, cosa que no me extraña en absoluto, vamos que si lo que buscas es un bar donde te atiendan rápido, comas bien y abundante y por poco dinero en relación a calidad-precio este es tu bar, la conclusión: es un bar de pueblo limpio aunque antiguo y que por 10 euros es uno de los sitios donde mejor hemos comido.