Paro a tomar un pepito de ternera y una cerveza sin alcohol para seguir viaje. Unos días mejor y otros peor, el servicio bueno, y el precio aceptable.
Paro a tomar un pepito de ternera y una cerveza sin alcohol para seguir viaje. Unos días mejor y otros peor, el servicio bueno, y el precio aceptable.
Es una parada que hago siempre que voy a Valencia, es un sitio increíble, el trato de José luis con los clientes es maravilloso, siempre que me ve lo primero que hace es darme un abrazo, es familiar, cercano y luego esta la comida, que es otro nivel, las judías con perdiz son buenísimas y las chuletas al sarmiento maravillosas, se lo recomiendo a todo el mundo, paren en el km 93 de la autovia hacia Valencia. Por cierto tiene los mejores quesos y vinos manchegos.
Un sitio acogedor, la comida buena, el servicio muy amable, aunque en cuanto a calidad/precio deja un poco que desear.
Es un restaurante fantástico, estuvimos toda la familia y nos dieron un trato excelente, la comida fue magnifica, los pimientos de bacalao y las chuletas de cordero de diez, y un detalle a destacar es que pudimos comprar un queso de la dehesa de los llanos (mejor queso del mundo) que no lo habíamos encontrado en ningún sitio. Este restaurante merece la pena de verdad.
Increíble el servicio, me encanto el decorado y los platos debes saber lo que pedir porque en algunos casos la calidad-precio es un poco baja, pero en resumen me encantó.
Es un gran restaurante, estuve con mi mujer y nos fascinaron las manitas de cerdo y las lentejas,. Me encanto, por cierto un gran café , seguro que volveré.
Mi experiencia en este restaurante fue nefasta. Me sentí fatal, cuando preguntamos por el menú y nos dijeron que ese día no lo servían. A partir de ese momento todas la amabilidad se transformo en indiferencia para servirnos. Me dí cuenta de que eran unos peseteros y que si ibas miando el dinero no les interesabas. Lo siento mucho pero no volveré ese restaurante.
Estoy totalmente de acuerdo con este comentario, a mi me ha pasado lo mismo hoy, si no entras con la cartera abierta, parece como que no estas a la altura de un restaurante de "pueblo".
Es un lugar en el que merece la pena comer. Me trataron de manera muy correcta, recomedándome los platos típicos de la casa. Me deje aconsejar y acerté. Comí su sopa castellana y me sorprendieron sus manitas de cerdo, para terminar por un chuletón a la brasa como los de antes. Me gusta comer bien y aquí lo hice.
Ayer estuve comiendo en el restaurante el vasco con unos amigos, que por cierto estaba lleno y tuvimos que esperar para poder comer. Siempre que voy a gandía o Valencia suelo parar a comer y por ahora seguiré repitiendo siempre. Me encanta el estilo tradicional de su comida, (ya que en pocos sitios se encuentra), la limpieza del local y el trato fabuloso de su gente, por cierto, muy elegante el uniforme de las camareras. Un saludo para todos los amigos de esa casa, son personas maravillosas le pese a quién le pese.
El restaurante el vasco, el otro día pare con mi mujer y los dos coincidimos en que uno de los mejores restaurantes de la autovía a3, comes como en casa, mi mujer se pidió un potaje que me recordó a la comida de mi abuela, fantástico, también el entrecot de buey, este restaurante me encanta. Buenos platos y cantidad.
Después de decirme que no servían menú, de aconsejarnos unos platos a nosotros y ver que a otros les aconsejaba otros según le iba interesando, el colmo fue cuando llegan unos señores que le preguntan por el menú y les dice que si que hay y que el precio es de 16 euros. Debe ser el gerente. El remate, una ensalada de cogollos con ventresca (había que buscarla), muy mediocre, dos de lomitos de merluza (poca cosa con patatas), dos postres, dos cafés y de beber agua 76,60.
Ha sido la peor experiencia de mi vida el parar en este establecimiento, si no te piensas gastar un dineral, directamente ni te atienden, han sido los peores profesionales con los que he tratado, con hojas de reclamaciones y denuncia en la oficina de turismo incluido, he leído otras opiniones de otras personas y es lo mismo que nos ha pasado. Por favor pasar de largo si no queréis tener una mala experiencia en vuestro viaje.
Totalmente verdad, todo lo que dicen, es una autentica vergüenza el trato de estas personas a tanta gente.
No estoy deacuerdo, yo siempre que paro en este restaurante me tratan con mucha amabilidad, y la comida excelente.
¡no volveré más! No era la primera vez que íbamos, pero nunca nos habíamos sentido tan engañados. Muy amablemente, el dueño (o eso suponemos) nos lleva la carta y nos recomienda una serie de platos. Le preguntamos si había menú y nos dice que no, pero que una ensalada mixta para los dos y unas chuletitas de cordero para cada uno estaría bien. Como ya habíamos estado más veces (aunque hará un par de años), confiamos en sus recomendaciones y aceptamos sin mirar la carta. Pedimos también para picar unas croquetas, vino peleón y agua para beber y un arroz con leche para los dos. Nos han soplado 75,50€. La ensalada, normal, como la de cualquier restaurante con menú. Las chuletas con patatas estaban buenas pero sin nada que destacar en ellas. Las croquetas, normales, el arroz con leche muy bueno, pero, eso sí, las camareras con uniforme gris con delantalito blanco. No se si este señor no se da cuenta que, con los tiempos que corren se ha equivocado de sistema y que aunque los paganini somos gente de paso, la voz se corre y los que tenemos que ir por allí, en vez de ir con intención de comer en el vasco, pasaremos a otro sitio. Creo que lo que cuento lo hago extensible al 90% de los que hoy comíamos en ese restaurante, porque cuando les llegaba la factura les cambiaba el semblante. Cuando me llegó a mí comprendí por qué.
Me identifico plenamente con ella, yo añadiría la impotencia que sufres cuando te sientes estafado.
Es un impresentable, después de decirme que no había menú, cuando ya estábamos con el café entran unos señores que le preguntan por el menú y les dice que si y que el precio es de 16 euros.
Mi marido y yo hacíamos un recorrido en coche de 9-10 horas ya la mitad del viaje paramos en este restaurante señalado por el gps. Tras entrar, optamos por el restaurante y no el bar, porque nos quedaba la mitad de camino y no queríamos comer mucho pero sí una buena ensalada y no una tapa y nos sentamos. Tras habernos servido el agua, el responsable, que no quiero decir su nombre, nos atendió y al comentarle que no queríamos comer mucho sino algo fresquito como una ensalada, nos dijo que entonces ese no era el lugar para nosotros y nos llevó las copas al bar y nos sirvió nuestra ensalada pedida a la carta y nuestra botella de agua de cristal (las del bar eran de plástico). Nunca me he sentido tan insultada y nunca he hecho un comentario malo de ningún sitio pero este no quería dejarlo pasar. ¿qué pasa que para estar en restaurante debes pedir primero, segundo y postre? ¿te tratan según el dinero te vayas a gastar?
Toda la razón del mundo, que llegue a todo el mundo el trato nefasto de este restaurante, con el tiempo si siguen así se hundirán.
Las mejores judías, y sobre todo las mejores chuletas de lechal, se nota mucho el toque del sarmiento. Volveré siempre que pueda.
Hemos comido especialmente bien en el restaurante el vasco, era mi segunda vez en pasar y siempre que pueda volveré. Las mejores chuletas de cordero que probado, el sabor de la leña es auténtico. Lo recomiendo. Un saludo
Me parece excesivamente caro para un producto que tampoco es nada del otro mundo. No os dejéis asesorar por el que parece el dueño, insiste en ponerte lo que cree oportuno y luego abrasan con el precio. No volveré
Amabilidad desaforada. Pulcritud. Nos sirvieron: una ensalada de tomate, atún y un plato con 3 trozos de queso. 2 caldos (sopa castellana y 2 platos con 4 chuletas quemadas (literalmente). Una cocacola y una botella de agua. Dos postres natillas y fruta con zumo de naranja. Dos cafés. 90 euros. Toma ya!!! 15.000 y pico de pesetas. Es un robo a mano armada, pero eso si, con una sonrisa en la boca.
Mejor restaurante de la autovia a3, no se puede decir otra cosa de este restaurante. Cada día que paso por la carretera paso. La otra mañana pase a las 11 de la mañana y almorcé el mejor pincho de tortilla que probado nunca, y si pasas a la hora de comer os recomiendo las lentejas estofadas y el bacalao al pilpil.
Un timo, un robo a mano armada: - 4 chuletas quemadas, negras como el carbón, en un plato con un poquito de ensalada. - 1 copa pequeña de vino tinto de dudosa procedencia. Total: 25 euros le digo al que me cobra y que parece ser el jefe que vaya precio por 4 chuletas quemadas, y me pone una cara de bobo como diciendo que la cosa no va con el, aún teniendo el plato con las chuletas quemadas en la mano. Y no se lo pierdan: en el pomposo cartel de la a3 pone "chuletas al sarmiento" ja ja ja ja.... Que me muero de risa. ¿vascos? Ja ja ja ja ja ja ja ja.... Que me meo... No se os ocurra parar allí
Soy cliente del restaurante desde hace aproximadamente 10 años, y cada vez que paso me gusta mas, saludar a los hermanos gerentes del negocio, la amabilidad con la que te tratan y sobre todo esas judías con perdiz que siempre como, por no olvidar el bacalao al pilpil. Es el mejor restaurante de la zona,
Opinión personal: 25 euros por 4 chuletas y media quemadas y un vaso de vino: un timo – no se os ocurra comer allí ….!!!!!!!!!! Tuve la triste ocurrencia de hacerle caso a un pomposo cartel en la a3 que decía algo así como “restaurante el vasco – chuletas al sarmiento”. A que suena bien? A un tío como yo que le gusta la carne a la brasa, acostumbrado a “la gabarra” de Bilbao o a los “de maría” de Madrid, dicha invitación sonaba a música celestial. El local impone: arquitectura cuidada, muchos coches en la puerta, aparcacoches con chaleco reflectante, muchos camareros/as, muy buena pinta en principio. Le digo al que me atiende que sólo quiero chuletas con ensalada y vino. ¿para que más? En mitad de castilla eso debería ser un manjar. Mesa bonita y amplia, mantel delicado … antesala del paraíso. El plato que me traen incluye 4 chuletas y media: 1 de palo y otra media de palo también. Las demás no sabría como clasificarlas, si riñonada, restos de ayer, o que… pero lo cabreante del tema es que estaban negras como el carbón. Y yo que peco en demasía de educación, en lugar de dicrle que se las coma el que me atendió o su cocinero, intento comerlas separando lo quemado y aguantando el gusto amargo que les queda, hasta que no pude más. Han tenido la precaución de servir el plato con las partes más quemadas hacia abajo. Vaya careto!!! Lo que intenté comer eran exactamente 4 chuletas y media quemadas, en un plato con un poquito de ensalada de lechuga, tomate y cebolla
Estuve hace poco y la verdad es que no vuelvo a comer aqui con platos castellanos mínimalistas. No entiendo la corriente que existe hoy entre la gente de llenar los sitios donde te dan palos a diestro y siniestro y la atención deja mucho que desear. Un plato de chuletillas de cordero, que no no tiene ningún misterio... Más de 20€! Y no tienes ni para empezar... Para lo que ofrecen y lo exiguo que es todo allí, me parece un atraco de servilleta blanca. Saludos
La dirección del restaurante, agradecemos a todas las personas que hacen criticas de nuestro restaurante tanto buenas ya que enorgullecen nuestra casa que lleva dando de comer a tanta gente y amigos durante casi 65 años, como las malas para ayudarnos a mejorar y seguir creciendo. Muchas gracias a todos.....
Conozco el vasco desde hace muchos años. Paré en agosto a comer y ya no se parece en nada a la calidad de antes. Las judías con un trocito de perdiz, sopa de cocido que era agua, manitas de cordero que solo saben a pimiento. Viven del nombre. No vuelvo más y coincido con más gente que ha ido últimamente
Hacía séis o siete años que no paraba en el vasco. Uno de estos días de regreso de Valencia me paré a comer y pude comprobar que sigue guardando los viejos sabores de antaño. Nada que añadir en cuanto a la calidad y el servicio. Sin embargo, creo que se les ha ido un tanto la mano en relación calidad precio. En mi ciudad, a día de hoy, por 50 euros por barba se puede elegir restaurantes de bastante mayor nivel. Lastima que además de las esmeradas vianadas, no se esmeren un poco más con la factura. En todo caso, sigue siendo un lugar agradable para parar.
Me ha encantado. Decir que comimos el día 5 de enero de 2010, cuatro amigos y salimos encantados. El trato fue fenomenal y por lo que comimos el precio no fue para nada alto. No es normal encontrarse un restaurante, donde todavía se respeten los sabores tradicionales y la buena mesa. Sin duda mis amigos y yo repetiremos.
El precio es relativo según las personas. Eso si si eres político o funcionario de alto rango el precio es adecuado, en Valencia o Madrid por esos precios los restaurantes y la comida que te sirven los superan con creces y encima como si fuese de coña te cobran 3 euros por 4 pedazos de pan sin pedirlos.
Soy un cliente que estuvo hace poco con un grupo de 25 personas, me sorprendió mucho este restaurante, para bien, una comida estupenda, un servicio de 10... Recomiendo este restaurante a todas las personas que pasen por la autovía, y sus judías con perdiz
Este restaurante para mi es el mejor de la autovia a-3, se come genial, precios adecuados a la proporción de comida, que nunca te qudas con hambre en este restaurante¡¡¡y la calidad excelente, en servicio y alimentos, la ultima vez el señor jefe me recomendó gazpacho y chuletitas, fantástico todo, siempre que voy estupendo
En principio se fuma en todo el establecimiento con lo cual ni los niños ni los enfermos podemos comer agusto; con un establecimiento tan grande podrían delimitar las zonas, los precios no se adecuan a la zona, no tienen menú del día y sinceramente se come mejor en alguno de los muchos restaurantes de carretera que hay hasta Valencia y por la mitad de precio.
Lo del humo se puede arreglar, pero llevo pasando 15 años por esa carretera y no hay restaurante igual, paro todos los sábados y como genial, a buen precio, sencillamente es el mejor de la carretera
Mi comentario es para denunciar el engaño a que hemos sido sometidos un grupo de amigos procedentes de Valencia y de vuelta de un viaje privado a Madrid y alrededores. Teníamos contratada la comida desde hace aproximadamente 3 o 4 semanas, con el precio cerrado y los platos concertados. De entrada, el propietario nos habla y nos dice que los entrantes son únicos (cosa que ya sabíamos) y el segundo plato era a elegir entre carne y pescado (cosa que también sabíamos). Nos dice que tienen mucho trabajo y que como nosotros somos muchos (28) que nos portemos bien y colaboremos en la elección del segundo para hacer mas fácil la tarea e los camareros. ¿a personas de 60 años nos dice que nos portemos bien?!!!!!!. Nos recomienda la merluza que dice que es exquisita, con lo cual cada uno hace su elección. Al poco tiempo, llega y nos dice que no tiene merluza para todos los que la han pedido, y que nos propone un cambio por unos chipirones en su tinta. (lo teníamos contratado y como mínimo debería haber tenido 14 raciones de cada uno de los platos). Bueno, le proponemos que nos diga cuantas raciones de merluza tiene, y los que falten cambiaríamos el menú. Pero no, él insiste en que prefiere no servir el plato de merluza y canjearlo por los chipirones. Ni siquiera da opciones a que se cambie por la carne que era el otro plato. (lo normal, es que hubiera dicho que eligieran cualquier otro plato de su carta, o no? . Pues eso, no. )
Ni que decir que los chipirones no estaban a la altura del segundo plato, y que a algunos no les han gustado. Hemos ido a reclamar y ahora nos dice que la merluza le tenía guardada porque se le había hecho mala.!!!!. Si está mala para que la guarda???. En definitiva, un desastre. A este señor se le han ido las cosas de la mano, y lo que prometía ser una comida apacible se ha convertido en una lamentable discusión entre los organizadores y los propietarios. Dice muy mal de este restaurante donde tantos Valencianos acuden. Nuestro boca a boca va a ser de de completa reprobación hacia este local. Creíamos que este señor era mas elegante ya que presume de relacionarse con muchas personalidades. Pero nos hemos dado cuenta y hemos comprendido el engaño con aquello de "colaborar para que todo vaya bien" (lo ha preparado expresamente para después soltarnos los embustes respecto a la merluza) suponemos que la ha vendido toda y cuando nosotros hemos llegado, no le quedaba para cumplir con lo contratado. Una verdadera pena. Muy mal por "el vasco" y en especial por su propietario.
Hola nada era para deciros que mi mujer y yo paramos el otro día de casualidad allí, y después de pedir morteruelo, potaje y lentejas mi mujer nos quiso meter por la fuerza unas chuletillas que valían 25 euros porque según el habíamos pedido poca comida, diceendole mi mujer que hacia menos de dos horas que habíamos comido un almuerzo en Madrid y no teníamos mucha gana (maldita la gracia de tener que dar explicaciones) vamos a ver de entrada cada cual pide lo que quiere de la carta, este señor nos llego a decir que el morteruelo y los segundos que habíamos pedido que íbamos a salir volando y no se que que cosas más que no voy a repetir recuerdo que íbamos a comer, subió el tono de voz insistiendo en las chuletas, cuando le repetimos que no que queremos una sola cosa de picar y los segundos y no nos apetecia nada más nos dejo por imposibles con una mirada de desprecio, pensando mira estos no tiene dinero para más y no saben como decir que no, abreviando pedimos vino y limonada y una cerveza, nos cobraron 3 euros de 3 trozos escasos de pan, y 2,5 de la cerveza, resultado 50,50 por dos platos y las croquetas y un postre, por un poco más salimos el lunes anterior mi mujer y yo ,repletos del todo en malacatin atendidos con una sonrisa en todo momento y deseando llegar a casa para contarlo, esta vez lo contaremos pero en plan de advertencia, abstenerse de parar en Villarubio en el restaurante el Vasco a no ser que seáis ricos, políticos,o funcionarios de alto rango o comidas pagadas por empresas
Solo ver los cochazos que hay en el parking ya te da una idea de lo que es. El servicio cuando yo fui no fue bueno. Parece que les faltara personal. La comida normal y muy cara.
Me acerqué a probar por consejo de un amigo. La comida y el trato bien, pero el precio no: me pareció caro. Dudo que repita.
Llevo pasando 10 años por la autovia dirección Valencia, y nunca había parado en Restaurante el Vasco, y me habían hablado muy bien de el, el domingo tenia un gran apetito y decidí pasar a este restaurante del que tan bien me habían hablado, pues si señor eso es un restaurante, que comida, que camareros y el jefe super amable, es decir toso excelente, el jefe me recomendó las lentejas y el bacalao al pilpil, maravilloso todo, les pongo 10 de nota
Un familiar directo mío que trabajó en esa zona me habló muchas veces de "el vasco", como lugar diferente, acogedor y de mejor yantar. Hace unos días me surgió la oportunidad de probar sus platos, y tengo que decir que mi pariente se equivocó. No es bueno, porque sencillamente es extraordinario. Excelente trato, agradable comedor y viandas exquisitas de primer orden y magnificamente preparadas. Lastima que no figure en las guías gastronómicas como destacado, pero tal vez mejor, porque igual la masificación echaría a perder el encanto de la cocina de "la abuela" que mi primo me describía. Con todos mis respetos para los "bullis" y compañía, la verdad es que lugares como el vasco, deberían ser recetados por los de la seguridad social o así, pues después de disfrutar de su cocina, no hay duda que fortalece el espiritu, conforta el cuerpo y estimula la añoranza de volver a repetir. Mil felicidades a los propietarios, que según parece se trata de dos hermanos, y millones de gracias a quienes desde su cocina hacen posible que recordemos, aunque sea de cuando en cuando, que después de lo "otro", aún es posible disfrutar plenamente de placeres casi olvidados.
Excelente cocina sin extravagancias, aromas y sabores fundidos en recetas sencillas pero contundentes. El restaurante el vasco es uno de esos lugares que te hace recuperar el placer de degustar platos que creías que se habían perdido en el tiempo. A destacar sus famosas chuletillas al sarmiento y sus excelentes guisos tradicionales. Muy buena relación calidad-precio. para no perderselo vamos.
Bueno, yo no sé si habrá sido mala suerte la mía, pero mi experiencia con este restaurante no es nada positiva. La resumo así, (en una escala de 0 a 10):
- trato al cliente: 1
- comida: 3
- relación calidad-precio: 2
prometo que soy justo al poner estas calificaciones... Especial atención merece la "presentación" de los entrecots que tuvimos "la inmensa fortuna" de degustar, y más principalmente las patatas con que los acompañaron (ni en un vertedero las encontrarias con ese aspecto). En fin, miserable. Esa es la palabra miserable todo... Excepto claro está, el precio. Me daría vergüenza servir esos platos sabiendo lo que van a pagar por ellos los clientes. He comido cien veces mejor en restaurantes de polígono industrial de a 8 euros el menú (lo prometo), que en este pseudo-restaurante, que no sé a cuento de qué se permite cobrar precios tan desorbitados (sobre todo en relación a lo que ofrece). Sin postre (pocas ganas nos quedaron de tentar la suerte y pedir algo), ascendió a 80 euros para dos personas. Alucinante. Sorprendido de ver otras opiniones aquí reflejadas... ¿o es que quizás hay dos tipos de clientes para los gestores de este restaurante? Sencillamente.... No puedo creerlo.
Hace muchos años, que paso por Villarubio para ir a la roda, mi pueblo, y desde el primer día que paramos en el vasco, nos sentimos queridos y respetados, te hacen sentir bien, cómodo, como en casa, el producto es excelente y la cocina honesta y sencilla. Las chuletillas al sarmiento, el potaje, las judías con perdiz..... Afortunadamente, aquí si sabemos lo que vamos a comer. No necesitamos aromas de nubes o soplos de nada raro, a mi me gusta comer de forma sencilla, lo que no quiere decir simple o sosa, sino hecha con sabiduría que da la experiencia y el buen hacer en un fogón. Hace quince días que pasamos la última vez íbamos con el abuelo, es el único sitio donde come como en casa, su buen potaje y sus chuletillas y está encantado. Gracias por ese buen trabajo y esa atención tan especial al cliente o amigo que es lo mismo.