Restaurante: El Verrugón

Habiamos oido hablar del Verrugón, pero efectivamente, en todos los aspectos que requiere la opinión sobre el mismo, es sencillamente, extraordinario, sobretodo amabilidad en el trato.

Como siempre, es uno de los mejores de zaragoza, cuando tenga que aconsejar siempre los mando al verrugon el personal es muy profesional y la comida excelente

La comida excelente, la relación calidad precio es buena. Pero lo mejor fue la atención del personal del restaurante. Nos sentimos muy a gusto las cuatro noches que cenamos allí. Gabriel Palacin. Buenos aires. Argentina

La calidad de la comida es buena pero, cual no fue mi sorpresa cuando nada más acabar de tomar el café nos sacaron ceniceros (no quedaba demasiada gente en el local). En primer lugar está prohibido, y en segundo lugar no se molestaron en preguntar si a alguien le molestaba. Hubo gente que comenzó a fumar. Desde su punto de vista se estaban congraciando con nosotros. Desde mi punto de vista les vendría bien enterarse de una vez que hay mucha gente que visita con más frecuencia los bares y restaurantes desde que no se permite fumar. Maldita la gracia que nos hizo. Han perdido un cliente.

Hacía mucho tiempo que no presenciaba un servicio tan lamentable en un restaurante. No suelo escribir comentarios sobre este tipo de cosas, pero me ha sido tan penoso, que lo tengo que explicar. Tres amigos no aragoneses aparecen por Zaragoza, y yo zaragozano los llevo a comer. Pensando en un sitio típico, se me ocurre El Verrugón, gran error. Menú de domingo de 36 euros, que no es poco dinero. Aparentemente con buena variedad de platos, aunque nos llamó la atención que hubiera un sólo vino posible en el menú. Aparece un señor, desagradable, con aspecto enfermizo, maleducado, con desgana. Ante varias preguntas sobre qué dos platos ( los medallones de qué carne eran, o en que consistía el filete "verrugón), contestó de malos modos, pero por educación nos limitamos a pedir sin más. Aparece ese supuesto camarero, con una botella de vino abierta, con un vino imbebible dentro. Por no entrar en discusiones, pedimos una botella de rioja, ante lo cual, lo primero que nos dijo es "esto está fuera del menú, es mi obligación decirselo", ante nuestra contestación de que el vino que puso no estaba bién, no hubo respuesta. Malos modos. La comida, mala, sin más. Primeros platos, fijos del menú 36€, setas, pimientos, etc, de bote malo. Gambas congeladas. Los segundos platos daba igual el tipo de carne, los mismos guisantes y zanahoria congelados. Les daba igual, si pidieras el filete mucho o poco hecho, no se dignaron ni a tomar nota.. Resumiendo, menú de 18€, servicio pésimo