opiniones sobre el Restaurante El Vivero II

En la web anuncian un menú que luego no te pueden servir por un problema con los proveedores, se piensan que eres tonto o que? Si no puedes servir algún plato lo substituyes como hacen en los restaurantes más económicos pero no por ello peores. No volveremos, el sitio es bonito y uno de los camareros muy majo. Pagas las vistas

Cuidado!!! Género en mal estado!!! Almejas y rosellonas pasadas. Pedimos que viniese el encargado y no fue capaz de mirarnos a los ojos (entiendo que sabía lo que nos habían servido). Los camareros maleducados y poco profesionales, la carta muy justa (no tienen ni bogavante ni langosta), el sitio en un lugar privilegiado, pero la cocina sucia, el baño sin luz, el molinillo de pimienta obturado de grasa, la comida grasienta, el género pasado... Un dechado de virtudes del que nos tuvimos que ir a medio comer para no acabar con una intoxicación alimentaria. No era nuestra primera visita pero no regresaremos. Su relación calidad/precio es de pena.

Fatal, el peor sitio al que hemos ido a cenar en años, estando de vacaciones en Semana Santa, y sitges, el peor de los sitios, que pena, nos dieron una mesa redonda para los cinco, tardaron en servirnos, nos abrieron el vino y lo dejaron ahí al final de la mesa sin servir, y muy secos y mal educados los camareros, y cuando estábamos cenando cayo de golpe algo en la rejilla de ventilación del techo encima de uno de los que cenábamos, y le cayeron piedrecitas, polvo y basura... Cayo por los postres y la mesa y solo nos cambiaron un postre, le pedimos la hoja de reclamaciones y además de traerla de mala gana, nos querían cobrar sin traerla, tuvimos que pagar antes de que nos la dieran, y después no nos querían dar factura, cosa que es obligatoria para rellenar la reclamación, en ningún momento se disculparon ni limpiaron nada y nos hablaron mal y de malos modos, unos mal educados, no volveré nunca, y espero que esto sirva para que no vayáis

Conocíamos este restaurante de ocasiones anteriores y realmente la impresión que nos ha dejado después de la reforma no nos ha gustado, la sala queda un poco desangelada y las mesas sin manteles se ven vacías. El servicio muy deficiente y bastante descordinado. Los primeros platos poco tenían que ver con el nombre, salpicón de marisco caldoso en el que nadaban trozos de tomate, zanahoria y cebolla y en medio 4 gambas, 6 mejillones, el xató también iba inundado de tomate. La paella sí estaba bien.

De vergüenza!!!. Tras reservar 48 horas antes, dieron la mesa a otras personas. Dudaron de la reserva realizada, y cuando demostramos en el listado que era de las primeras con agresividad y malos modos el jefe de sala se llevo la lista. Cuando pedimos libro de reclamaciones vino el dueño y como solo hablaba, no aportaba solución pero tampoco la hoja de reclamaciones, al final nos fuimos a cenar a otro sitio. Si esta es la nueva etapa de el velero beach... Decir que han conseguido lo que parecía imposible: el servicio es mucho peor que antes. De la comida no puedo hablar porque no pudimos cenar

No vale la pena, excesivamente caro para lo que ponen, el trato tampoco es bueno, no son nada atentos, no repetiré.

Fuimos a comer al restaurante el vivero y nunca nos habían tratado con tan poca vergüenza. Nos sentamos en la terraza para comer y como acababa de llover pensamos que nos cambiarían el mantel y la vajilla ya que estaba chorreando. Pedimos entre otras cosas unas paellas y esperamos a ver si venían a cambiar el mantel. Cuando vinieron con el vino, después de una eternidad, todavia no salimos de nuestro asombro al ver que nos lo sirvieron en las copas llenas de agua de lluvia que todavia no habían retirado. Al mismo tiempo llegaban las paellas totalmente quemadas, y cuando nos levantamos indignados para irnos todavia tuvieron la desfachatez de querer cobrarnos el vino, ya que decían que ya lo habían abierto. Un amigo nuestro lo pagó (todavia no sé el porqué y no sé por qué no pedimos el libro de reclamaciones). Supongo que nos quedamos tan parados que no supimos reaccionar. Nunca nos habían tratado tan mal. Un día que había empezado bien en una población bonita a la cual no hemos vuelto más después del mal sabor de boca que nos dejó este restaurante por llamarlo de alguna forma.