Restaurante: Ezcabarte

Celebrábamos una comunión. El salón estaba repleto, pero no había ningún tipo de separación entre unos invitados y otros. El menú de los niños, de 33 €, escasísimo. En lugar de tarta con helado les dieron un polo. Todos se quedaron con hambre. Mucho humo en el salón causado por la parrilla. Poco sitio en la mesa. Jamón seco, hojaldre gomoso, ración de cordero y trozo de tarta minúsculo. El helado que sirvieron antes del segundo plato, una vergüenza. Y por si fuera poco nos cobraron más de 100 € de más.

A día de hoy he tenido que sucumbir a la evidencia: no hay chuletones en Pamplona como los de esta gente. Carne suprema con el extraordinario servicio presentación en parrillita portátil en la mesa, algo fundamental para disfrutar de ppio a fin sin que se quede helado. Vinos, entrantes y demás estupendos. Sin duda un chollito pues a nivel de precios están brutalmente por debajo de los restaurantes de su nivel (espero que no lean esto y los revisen)

La palabra que más se asemeja a una descripción acertada es "basura". Hace 3 años que descubrí esta reliquia de la gastronomía, por aquel entonces el menú era muy variado, completo y delicioso. El precio aunque elevado, estaba a la altura de la calidad. En esta ocasión, lamentablemente nada de lo dicho anteriormente se corresponde con la realidad actual. El servicio es pésimo, a pesar de ser la tercera mesa en llegar, hemos sido la ultima en marcharnos dada la mala organización, despiste y falta de profesionalidad del servicio. Un "menú especial del día" de 25 euros fue servido en dos horas y media. Ya sea por la falta de personal, de interés por los mismos en mejorar como profesionales hosteleros o simplemente porque son una panda de ineptos. Mi consejo: no merece la pena en absoluto.

Trato recibido perfecto y la comida de diez. El ambiente del restaurante tranquilo, pedimos parrillada de marisco estaba buenisima con una calidad en el producto spectacular.

Buenas noches. Hoy hemos celebrado la cominión de nuestra hija en el restaurante ezcabarte. Es un sitio inmejorable y el trato muy, muy familiar, hemos disfrutado muchisimo de todo. El servicio de camareros genial rapidisimo y muy atentos en todo momento. La calidad de la comida exquisitamente riquiiiiiiiiiiiiisima. Desde los entramtes super elaborados. El helado de menta bueniiisimo el rape buenísimo y sin palabras del asado de cordero y los chuletones te chupabas hasta los dedos. (con perdon de la expresion) casi no podíamos nadie ni con el postre también muy bueno. La música genial al final nos ha animado a todos a bailar. Y reirnos bien agusto. Gracias manolo y charo y demas. Un abrazo alberto e inma