Restaurante: Finca Villa María

Me parece decepcionante que un restaurante que se decida bodas, bautizos y comuniones, que tras una tragedia, como el fallecimiento de la novia poco antes del evento, el restauran finca villa de maría, sólo diera por respuesta que es un negocio y se quedaban con la fianza, puedo entender que se queden con la fianza en otros casos, pero cuando te hacen llegar el certificado de defunción y se nieguen a dar la fianza o una parte de ellas, hace que dejé mucho que desear de un lugar como este, me disgustó tanto la actitud que no hay mejor o peor publicidad que el boca a boca y en este caso para ser negativa

Asistí como invitado a una boda, a hora en mayo del 2017, el sitio es bonito. La comida escasa. El cocktel mediocre. La bebida muy escasa en le cocktel. La cerveza caliente. Muy pocos camareros durante el cocktel al igual que durante la cena. De la cena me llamó la atención que para un alergico a ciertos alimentos, el camarero, ni el metre supieran decirle que era lo que llevaba lo que le habían puesto en el plato. La carne venía sellada por fuera y muy poco hecha por dentro, es decir, cruda y sin sal. Se vieron montónes de carne de solomillo de buey para tirar. Sobre la vajilla, pues para el postre se acabaron los platos que se utilizaban para postres y pusieron otros totalmente distintos para el resto de la mesa. Para la persona alergica, no tenían ninguna otra opción en el postre. El plato de presentación que se pone en la mesa, se les recogío a algunos comensales de la mesa y a otros no, el mio duró hasta el café. La discoteca.... Uuufff que calor, mejor fuera que dentro. No lo recomendaría ya que me dio la sensación que esta finca no tiene cocina y que la comida es de catering.

Es una finca extraordinaria, te da la sensación de estar en el paraíso.(nunca mejor dicho)
Su gastronomía es fabulosa.
Sin duda es el mejor restaurante.
No duden lo más mínimo en visitarlo.

Acabo de asistir a la boda de mi cuñada que se celebró en esta finca. La verdad es que el sitio es muy bonito y está muy bien cuidado, la comida es buena, pero escasa; y el servicio deja mucho que desear. No tienen asignado un camarero a cada mesa, así que eso es una locura, van todos como perdidos, si te falta algo se lo tienes que pedir a 2 ó 3 para que alguno te haga caso. No dejan las botellas de bebida en las mesas, por lo que cuando se acaba la copa te toca esperar un montón a que alguno de los camareros se acuerde de llenártela de nuevo después de pedírselo a varios. Ya he dicho que la comida es buena pero escasa, eso se solucionaría si se pudiera repetir, pero ningún camarero vuelve a pasar con la bandeja preguntando si deseas más, es lo que hay. También sirvieron la tarta a los invitados antes de que les trajeran la tarta de los pisos a los novios para partirla (un gran fallo). Y para colmo cuando se la traen, les dan un cuchillo como de pescado, en vez de una espada, y como la tarta era de hojaldre les costó bastante partirla. Al final los novios estaban un poco descontentos con todo este caos, pero las bodas son las bodas y en la discoteca se olvidaron de todo rápido. No digo que siempre sea así, pero ésta fue mi impresión. Gracias.