Restaurante: Fresc Co Andorra

El comportamiento de las camareras fue lamentable, mal educadas es quedarse corto, les pedí un vaso de agua y me derramaron medio vaso en la mano cuando me lo devolvieron, la comida fría y apenas reponían, no lo recomiendo a nadie.

El local tenía un aspecto bueno, al entrar nadie del personal se nos acercó y tuvimos que buscar a la cajera que nos explico el funcionamiento de buffet de una forma poco correcta. La comida de la línea estaba fría, seca y la variedad de los platos brillaba por su ausencia ( poco parecido al cartelito que había en la entrada ) empezamos a cenar, no sabíamos que elegir de lo malo que estaba todo cocinado ( los macarrones estaban secos, igual que el pescado y la carne, que era pollo, estaba cruda, todo de muy baja calidad. Le pedí a un camarero si podían facilitarme un poco de tomate frito, para lo darle gusto a lo macarrones secos para mi hijo, y muy secamente me dijo que la cocina estaba cerrada ( no sabía yo que para darte un poco de tomate frito que viene en bote se necesitara un cocinero ), mi hijo no ceno nada. Cuando intentaba elegir un postre, no sabía si decidirme por la tarta seca o por una gelatina con aspecto de jarabe amarillento, se pusieron a mi lado dos camareros que empezaron a discutir sin importarles mi presencia, conversación con algún taco que otro. Cuando llegue a la mesa se acercó un camarero para decirnos que iban a cerrar... Vamos que no terminamos de coger el postre ( unos danones que encontré ) y ya nos estaban echando... La cajera haciendo la caja y los camareros retirando todo. En fin, una cena para olvidar.....

La comida muy poco variada, los segundos son desastrosos y hay que esperar muchísimo para que los repongan la bebida la ponen en vasos super pequeños para así conseguir mas beneficios, el personal es escaso. Y se puede ver al cocinero ,fregando el suelo, cobrando en la caja y remontando mesas y como si esto fuera poco utilizan el mismo salón de comedor de clientes y de personal del hotel de al lado """surrealista""" le quitaba la franquicia pero ya.

Conocemos el restaurante de Barcelona y entramos con mucha alegría, que desapareció al ver que no reponían los platos. Los primeros eran escasos y para los segundos había que esperar más de 10'. Poco personal. En resumen, se podrían esmerar un poco mas.

Los segundos están muy buenos, la pizza felicito al cocinero/a, falta el queso rallado para la pasta; también opino que el café tendría que estar incluido en el menú. Yo siempre que voy a Andorra como en el fresco.