Gran calidad en los productos, servicio inmejorable y ambiente maravilloso. Recomiendo´los garbanzos con cocochas y las alubias. Pata de cordero al horno fileteada como segundo. Excepcional.
Gran calidad en los productos, servicio inmejorable y ambiente maravilloso. Recomiendo´los garbanzos con cocochas y las alubias. Pata de cordero al horno fileteada como segundo. Excepcional.
Trato muy bueno. Comida excelente. Sitio acogedor. Seguro que volveré. Nos han aconsejado sobre un menú degustación que estaba buenísimo
Restaurante a tener en cuenta. Comida exquisita. Variedad. Buen trato. Decoración acogedora. Pero no hay que olvidar los pequeños detalles: la temperatura de la comida y, sobre todo, un té de marca hacendado (mercadona) para terminar, puede estropear la gran impresión que causa el conjunto.
Local poco acogedor, frío. En la calle teníamos mejor temperatura que dentro. No tenían la calefacción encendida. Iba con mi marido y nos han puesto en una mesa camilla enorme, con sillas bajitas muy incómodas. Estaba más cerca de los otros comensales que de mi pareja. La camarera me ha tirado el vino por encima... En ningún momento se ha disculpado, me ha puesto perdida... Pantalón, cazadora, forro polar..... Todo!!!! No han tenido ni un detalle, he tenido que pedir que me lavaran el forro, lo han remojado y colgado en la puerta. A la hora de pedir la cuenta, ni un pequeño detalle, hemos pagado una factura nada barata, carísima teniendo en cuenta lo que hemos comido y puedo asegurar que no volveremos. Y por supuesto no se lo recomendaremos a nadie. Poca profesionalidad......
Un sitio maravilloso, tanto la casa como su gente, da gusto ir allí, maravillosa comida y el trato fuera de serie. La amabilidad con que gaby toma nota, las simpáticas camareras y ese gran cocinero que es pepó, lo recomiendo
Después de que hayan pasado varios meses desde que estuvimos allí aún sigo pensando en la maravillosa estancia que tuvimos y en el mimo con el que nos trataron todos haciéndonos sentir como en casa. Todo lo que hacen es delicioso, no sabría con qué quedarme de todos los platos que probamos durante 8 días: la menestra (nunca vi en una menestra tantas verduras naturales), las crepes, las pochas,... Hasta unos simples huevos fritos con chorizo, cualquier plato estaba perfectamente presentado. Las sugerencias te ayudaban a disfrutar de la comida y a probar un poco de todo convirtiendo el acto de comer en una auténtica fiesta. Si pasáis por allí no dejéis de acercaros merece la pena, eso sí, reservad, siempre está lleno y no me extraña.
Excelente lugar, tanto la comida como la estancia es fenomenal. Ahora que lo conocemos en verano tendremos que comprobar que el otoño es como promete.
Las manos de Gaby permiten saborear una verduras rellenas que nunca había probado. Deliciosas y suaves. No puedes degustar todo en un sólo viaje por lo que me incline en el postre por un muse de higos. Inolvidable. El local pequeño, acogedor y para mi gusto quizás un poco recargado, pero no te sientes agobiado
La atención por parte de Gaby como de su sobrino Pepo es excelente.
La cocina responde con la maxima calidad a todo tipo de platos, es seria, suficiente y elaborada con mucho gusto.
Comedor de lo mas acogedor que he visto por España. Decorado y cuidado como si se tratara de un pequeño museo.
La carta de vinos es completa. No necesita ser mas extensa.
Atencion a los postres de mil hojas, una maravilla para el paladar.
Enhorabuena, Gaby/Pepo. Por muchos años. Volveremos.