La media de la comida la bajó, unas cocochas de bacalao super saladas con una salsa tan espesa que se podía cortar con cuchillo. El sitio con una acustica muy mala, apenas podíamos oirnos.
La media de la comida la bajó, unas cocochas de bacalao super saladas con una salsa tan espesa que se podía cortar con cuchillo. El sitio con una acustica muy mala, apenas podíamos oirnos.
Fui en verano con unos amigos y la verdad, fue estupendo, nos trataron estupendamente, la verdad es que nos hicieron sentir como reyes, la atención del personal fue maravillosa y eso que estaban apuradísimos y llenos de gente nos ofrecieron un aperitivo, mucha variedad de vinos por copa, desde 1,50€, que vino acompañado de un pincho original en su presentación y riquísimo, cuando por fin estábamos todos, éramos 12 personas, y pasamos a la mesa, la camarera nos atendió con toda educación y nos ayudó a ajustar el menú, pedimos unos entrantes para compartir, que muy amablemente nos recomendó en cantidad justa para todos y luego un plato cada uno, también nos sugirió el vino que nos sorprendió muy positivamente, ya que acostumbrados siempre al rioja, ella nos recomendó un vino de Navarra, 6 de azul y garanza, que acompañó estupendamente la cena. Para finalizar unas copas de las de verdad, con una presentación magnífica.
En general nos decepcionó el servicio, que no estuvo a la altura de las demandas, fue lento, poco resolutivo. La comida tampoco estuvo a la altura y creo no era nada complicado hacer un menú único para 12 personas, teniendo en cuenta que nada era del momento. La verdad no estuvo a la altura de las expectativas, lo siento.
Siempre he sido una gran defensora de este local me encanta, su cocina, sus vinos, siempre te sorprenden con alguna novedad. La verdad es que desde que han vuelto a abrir me gusta mucho más es un locol original, y divertido, donde se come cocina de alta calidad, a un precio muy razonable. Su sistema de raciones y medias raciones te permite probar un montón de cosas riquísimas y luego los postres son una delicia que recomiendo que probéis, los camareros son muy amables y siempre te recomiendan algún plato y sobre todo algún vino que hacen de la cena un placer exquisito. No os lo perdáis pues de esos quedan pocos. Lo de comer y beber en un ambiente así y no salir pelada es un lujo. Gracias chicos
La comida es deliciosa, lleva su tiempo pero merece la pena. El precio es moderado alto pero la calidad se paga. Yo recomiendo a quien quiera ir a cenar que reserve con tiempo o que vaya a las 21. 30 para poder coger mesa sinó es totalmente imposible, sobretodo los fines de semana.
Nunca me había ido de un restaurante a media comida. Salvo el sábado 13 de junio de 2009 en la taberna de Gaioso. Jamás nos habían atendido tan mal en ningún sitio. Nos sentamos a las nueve y media de la noche y a las once y media seguíamos esperando por la cena, viendo como le servían los mismos platos que habíamos pedido a mesas que se habían sentado después. Cuando pedimos la cuenta sin haber cenado nadie se molestó en darnos una explicación. Desde entonces no dejo de contarlo. Y lo curioso es que, según me cuentan, desde hace algún tiempo esta situación es bastante habitual
A un buen restaurante no solo se le exige calidad en los productos de su cocina, si no que también clase y educación del personal que atiende al público. En Gaioso Taberna es precisamente esto último lo que falta. Si vas dispuesto a cenar en ese lugar, no te fíes si te dicen que solo tienes una pareja delante esperando mesa, puesto que si llega algún enchufado antes no dudes de que lo pasarán delante. Esta experiencia la vivimos mi novio y yo este viernes pasado, después de llevar tres cuartos de hora esperando.
Una mala experiencia, nos lo recomendaron unos amigos, para empezar decir que nos ubicaron en unos taburetes al lado del la nevera-escaparate y al lado de la puerta de entrada, nos pasamos bastante rato cerrando la puerta por la corriente, tuvimos bastante frío.
Pedimos dos primeros y un segundo, en la carta ya avisan que tardarán en servir, cuando sólo nos habían servido uno de los primeros vinieron a recogerlo y pedimos más pan, al cabo de un buen rato nos vinieron a preguntar que queríamos de postre, nos quedamos perplejos, le comentamos que no nos habían servido la cena y le recordamos que les habíamos pedido más pan, mientras seguimos esperando al ver que no nos atendían me levanté y me acerqué a la barra para pedir otro par de bebidas, lo mejor fue cuando fuimos a pagar, cuando nos presentaron el ticket, no coincidían las bebidas que habíamos tomado con las que nos cobraban, se lo hacemos saber y la contestación, es que nos dan a entender que los equivocados eramos nosotros, ya estábamos mosqueados y eso fue el remate; gracias por fastidiarnos una velada que prometía ser agradable, pero no se preocupen que no volveremos a pasar por la misma experiencia, por lo menos en sus locales, gracias.
La verdad es que tiene casi toda la razón, excepto que la culpa es del personal sino de la dirección,. A mi me atendieron bien incluso la camarera nos invito a unos cafés, cuando fue mi asombro, que el jefe le echo una bronca delante de toda la clientela por habernos invitado, después de que nosotros ( 4 personas) hubiésemos hecho un gasto de más de 200€, yo me levante y le dije al dueño que no hacia falta ponerse así que le pagaba los cafés gustosamente que no tenia que gritarle de esa manera a la camarera y él en vez de pedir disculpas me dijo que me sentara que esto no era problema mio. Educádamente me senté y pedí la cuenta y nos fuimos dejandole una buena propina a la camarera por su grata atencion. Ya lgún amigo mio me dijo que la camarera era muy simpática pero que el dueño era el auténtico culpable de todo eso ( el tiempo que esperas por una mesa, por la comida, etc, etc). Y por último chapo para el ayudante en la cocina por que es el quien realmente cocina.
Bueno, no me parece muy real ya que no siempre es así supongo que os tocó un mal día de esos que tenemos todos, ¿o no? Mi experiencia es absolutamente diferente. Soy clienta de este local desde hace años y por extensión mis padres y algunos amigos también. Es un local con una clientela muy concreta, un sitio donde la comida siempre te sorprende en todos los sentidos por su elaboración, por su exquisitez, pero desde luego no es apto para personas de hostelería tradicional. Yo desde luego lo recomiendo. Si que hay que esperar pero siempre vale la pena. Para comida rápida ya hay otras opciones en la ciudad. No se lo pierdan.
Me he quedado sorprendido con este comentario, yo sin embargo, tengo otra lectura de todo esto, antes iba con mucha frecuencia y dejé de ir precisamente por los camareros, un chico y una chica después, que sí muy "profesionales", sobre todo él, ya que ella no tenía ni idea de nada y con un trato un tanto vulgar, la comida desde luego de categoría siempre me hizo disfrutar y el jefe me parece un artista de la cocina, mucho gusto y saber hacer. Se de buena tinta que el que cocina es él pues cuando él no esta en la cocina los platos no son lo mismo, lo comento porque iba todas las semanas a cenar y notaba la diferencia. Desde que han reabierto la situación en cuanto al servicio ha cambiado muchísimo y la verdad es que es un sitio que he vuelto a recomendar porque es de esos sitios donde comer, beber y disfrutar es un hecho hoy por hoy en a Coruña con una relación calidad precio estupenda.
El trato recibido en la taberna puede variar en función de la cantidad de trabajo que haya. Aunque intentan dar un tato individualizado no siempre es posible. Soy clienta habitual y conozco personalmente a cada uno de los empleados y a los jefes. Siempre he salido satisfecha y i no quieren esperar, reserven mesa. Los cocineros (que ninguno es ayudante de nadie) se esmeran al máximo y la comida esta siempre deliciosa. Uno de los cocineros, un chico jovencito, es uno de lo que más mueve la cocina y personalmente me encanta que me haga la comida aunque carlos cocina muy bien no siempre esta pendiente de todo