Sencillamente y leyendo el resto de comentarios poco más que decir. Caro y mala atención. Para no volver.
Sencillamente y leyendo el resto de comentarios poco más que decir. Caro y mala atención. Para no volver.
Buen servicio y genero. Gente acogedora y amable. Recomendable probar la tarta de queso como punto final!
El cordero en esta zona es lechal y bueno, pero la ejecución no era buena. He comido cordero en muchos sitios y pueblos de Segovia y no recuerdo uno tan mal confeccionado. El servicio pésimo, te cobran 1,50 por servicio y persona y aparte el pan otrto 1,5o por persona y el IVA a parte, en definitiva caro muy caro para el restaurante que es.
Camareros bordes, la chica de pelo rosado y el chico de ojos claros. El menú muy regular, el cochinillo casi frío, con poco sabor, no quisieron cambiarnos una ensalada por unas patatas ni pagando suplemento. La atención muy mala, parece que les incómoda atender a la gente. No creo que volvamos, habíamos pasado hace varios anos antes de casualidad y nos encantó, por eso volvimos, pero ha cambiado mucho. El menú realmente es de 10 o 15 euros y cobran 25. En fin... Mal sabor de boca.
Sobre el menú base de 25 € que tomamos decir, que la sopa castellana estaba insípida y el vino de la casa, un rioja que estaba pasadísimo de tiempo y con un ligero sabor a vinagre..., en fin yo no lo recomendaría en general. Desde luego, había menús de precio superior pero en cualquier caso sopa y vino hubieran sido los mismos.
El pasado sábado santo, después de pasar una fenomenal mañana montando a caballo en un picadero de los alrededores, fuimos a reponer fuerzas, reservamos una mesa por Internet el día anterior. En el exterior del restaurante un típico cartel anunciaba, a parte de otros, un menú fin de semana a 15€, en principio todo coincidía, pues en su web se ofrecía dicho menú, constaba de séis primeros, entre ellos los judiones de la granja, cuatro segundos, pan postre y bebida. Nos sentamos a comer deseosos de hincar el diente a tales platos Segovianos, pero pronto nos llevaríamos un chasco tremendo... Nos dejan en la mesa la carta y una hoja con sugerencias y menús mientras nos toman nota de la bebida. Miramos y remiramos y... Sorpresa, no está el menú doblemente anunciado. Tranquilos, seguramente sea un error. Por fin viene uno de los camareros con las bebidas. - ¿y el menú de 15€, por favor? - preguntamos sorprendidos-! No lo vemos por ningún lado! -. ! No tenemos! - responde el "desenvuelto" camarero, mientras descorcha una botella de vino tinto, aparentemente de rioja, que deja en la mesa. -! Afuera tenéis un cartel que así lo dice! -le dijimos con asombro. -! No sé, preguntaré en cocina- dijo con cierta prisa e incomodidad. Hubiera sido el momento ideal para haberse ido del restaurante, pero no lo hicimos. Caímos en el timo del menú de 15€. Al cabo de un rato, viene el "amable" camarero. Nos relata los primeros; sopa de cocido, sopa castellana y espárragos y segundos; filete ternera o cinta de lomo con patatas y otro que ni me acuerdo. Se va con la nota. ¿ese es el menú que anuncian por Internet y en el precioso cartel de afuera?. Sólo puedo decir que nos sentimos engañados y tratados con cierto desprecio, al pedir una comida distinta al apetecible cordero que estaban comiendo la pareja de al lado. Mientras tanto observamos que el vino y la casera que habíamos pedido; el uno era un rioja reserva 1991 que costaba 23€, no recuerdo el nombre, pero empieza por m. Y no me supo muy bien y la otra estaba caducada. Como se explican ustedes, que en un menú de 15€, haya un rioja de 23€. La explicación del "asombrado" camarero fue: -! Es el vino de la casa! - quedándose tan pancho. - ¿y la casera está caducada, oiga?. -! Puff! - mueca de... Es así la vida. Por fin vienen los primeros. Las castellanas con mucho pan e insípidas, las de cocido, las hace mi hija mucho mejor, sirviéndolas en un plato como dios manda y no en una especie de mediana para café. Horrible y escasa. El pan es lo mejor, sin duda, que esperando los segundos lo vamos consumiendo. Los filetes de ternera finos y se hacían bola en la boca, tenían mucho nervio. No se podían comer. El mío lo dejé casi entero. Lástima, con las vacas tan bonitas y hermosas que vimos mientras dábamos el paseo a caballo. Los de lomo, al contrario orondos, secos y sin gracia, como los camareros. Si ustedes quieren echarse sal, los camareros se la quitan a una mesa para dársela a otra. Deseando irnos, pedimos los postres. Después de los platos anteriores, no merece comentario alguno. Pedimos la cuenta, pagamos casi 80€ por una comida y un servicio que no vale un pimiento. Solamente puedo decir que no recomendaría este restaurante para comer el menú de 15€. Puedo decir que nos han engañado, estafado y clavado. Es alucinante. Menos mal que mi familia es fantástica. La quiero mucho. Adiós.