El restaurante bastante antiguo, el trato bastante malo, el precio abusivo, no hay carta de postres, el sitio en definitiva es bastante desastre.
El mejor restaurante con el mejor personal y la propietaria es una mujer excelente , sois los mejores
Este restaurante carece de toda sensibilidad y tacto hacia el trato de clientela con niños ya que fue inadmisible que uno de los camareros un sinvergüenza echara a mis hijos de 3 y 5 años que estaban jugando de una zona diciéndoles textualmente "fuera de aquí por que lo digo yo". Seguidamente ni la jefa ni nadie dio la cara. Impresentables rotundamente no lo aconsejo.
Cocina regular tirando a buena, pero demasiado caro en calidad precio y además raciones escasas. Pocas posibilidades de repetir
Hoy hemos estado toda la familia, y pensamos que el servicio es lento. Las paellas solicitadas no eran lo esperado y sólo los calamares estuvieron a la altura de nuestra expectaciones. Además es caro y se permite fumar durante la comida. Seguramente no volveremos
El servicio no es que sea lento es que la comida se hace en el momento en que se pide y no como en otros restaurantes que la comida se recalienta. Por el tema de que es caro el precio esta a la proporción de la calidad. Y lo del tema de fumar antes de sentarse se pregunta si se puede o no se puede fumar.
Es un restaurante familiar, en el cual se come muy bien, en general los arroces, fideuas ect. Son excelentes. En cuanto a lo que se opina de los niños, opino que hay padres que deben creer que los niños tienen todo el derecho de hacer lo que les venga en gana con tal que los dejen tranquilos y el restaurante se transforma en una guardería.
Tanto el arroz como la fideuà excelentes, hemos ido bastantes veces. El servicio educado y amable, siempre que vayas sin niños, los niños están mal vistos y así nos lo hicieron saber la ultima vez de obra y palabra, de hecho, hay varios carteles por el local con el siguiente aviso: "nos gustan los niños, pero de la mano de sus padres"
Gracias por el aviso de los niños. Solo por este hecho vale la pena ir a visitarlo
Nosotros somos clientes habituales y con niños. Y hay niños y "niños" y padres y "padres". A lo que me refiero es que algunos padres no se dan cuenta que sus hijos pueden molestar a los demás clientes o a los mismos trabajadores.