Restaurante: Hostal Victoria
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Salvador, 4 Samos, Lugo 27620 Salvador, 4 Samos, Lugo 27620 Salvador, 4
Samos, Lugo 27620
España
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acerca del Restaurante Hostal Victoria
Zona rural a pocos Kms. de la gran ciudad.
Restaurante con cafetería, con amplia variedad de menús: Desayunos, menú del día, menú del peregrino, carta y especialidades en carnes y pescados. Fundí y paellas por encargo, Postres caseros. Vinos y licores con denominación de origen.
Comida tradicional e innovadora sin dejar de lado nuestros orígenes gallegos.
Nuestro servicio es amable y esperamos poder tratarlo con la hospitalidad que se merece.
Nuestro servicio de alojamiento es para mencionar también puesto que disponemos de habitaciones dobles con TV, cuartos de baño y calefacción, todas exteriores y acogedoras.
Los precios oscilan desde 20€ a 50€ dependiendo de temporada y tipo de habitación.
Esperamos su visita.
Información de interés sobre el Restaurante Hostal Victoria
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Precio menú diario: Menos de 15 €
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Precio medio carta: 15-25 €
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Precio menú degustación: 15-25 €
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Especialidad/Recomendación: carnes, pescados y postres caseros
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Bodega: Vino de la casa Mencias Albariños Riojas
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Capacidad aproximada: 90 personas
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Días de descanso - Vacaciones: en invierno un dia laboral a la semana llamar para confirmar
Instalaciones y servicios del Restaurante Hostal Victoria
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adaptado discapacitados
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parking
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zona infantil
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zona ajardinada
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local no fumadores
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acepta tarjetas
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terraza
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recomendado reservar
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edificio curioso o singular
clasificación del Restaurante Hostal Victoria
- Categoria(s) donde figura el Restaurante Hostal Victoria:
información adicional sobre Restaurante Hostal Victoria
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Gerente: Mª José Vázquez Fernández
Fuimos a ver la nieve y pasamos por allí de pasada eran las 16:00 y nos atendieron muy bien. Tanto que reservamos una habitación para el fin de semana y disfrutar del lugar.
Me gusta todo del hostal victoria, pero lo que más me gusta es comer los días de primavera en su terraza, el trato de la gente es bueno, la comida es excelente, y que decir del lugar, tienen un comedor dentro que es super acogedor. Un lugar que encierra todo en uno. Vamos muchas veces en primavera y nos encanta. Lo conocimos haciendo el camino de santiago y flipamos cuando vimos que tiene la cocina abierta todo el día, después de acomodarnos en una de sus habitaciones, y descansar un poco de la etapa del día, pudimos comer a las 17:00 de la tarde. Un lujo.
Reservamos mesa para el día de los enamorados. Le encargué a mi mujer un ramo de flores que me subieron a la habitación para darle una sorpresa. La cena estaba muy bien: entrantes fríos, langostinos y paletilla de cordero, de postre una tartita personalizada elaborada en la casa con motivos de corazones, al final tenían un duo que amenizó la velada. Fue muy bonito. El comedor estaba lleno y por lo que se decía solo recibieron gente con reserva. Cogimos un bono para ese acontecimiento y nos cobraron en total 90€ a mi me pareció barato con la habitación y todo. El personal estupendo me gustó.
Entro en el local, había 2 personas ya atendidas en la barra y una mesa ocupada por dos chicas ya comiendo. Me acerco a la barra y dos camareros (uno mirando a la tele me ignora y el otro de espaldas tomando alguna nota... ) pregunto en voz alta si alguien me puede atender, y a continuación si tienen sitio para seis. Pasamos al comedor y nos dan una mesa la cual está ocupada por unos cuantos insectos ya muertos encima de la misma, les soplamos para el suelo y nos sentamos. Nos dan la carta y nos dicen que de carne sólo les queda churrasco y del resto dos cosas más (no sé para que nos traen carta), pedimos pulpo y churrasco. Observamos vasos, platos y cubiertos y todo sucio "asqueroso", aparece el camarero con las raciones de pulpo, aparentemente muy seco y le pedimos aceite en el cual nos trae otro poblado de mosquitos, y un botellín de cerveza que no tenía polvo ni telarañas, mucho peor! Una pasta negra que no quisimos explorar lo que sería. Con todo esto en la mesa decidimos levantarnos y educadamente explicarle a los camareros que nos íbamos a marchar debido a lo que acabábamos de ver. A todo esto nos cobraron igualmente y de una forma chulesca como si aún tuvieran más que decir. No lo recomiendo a nadie, no llegamos a probar la comida pero la limpieza y el trato deja muchísimo que desear.
Por fuera parece muy bonito pero los apartamentos que ofrecen son pequeños, sucios y mal equipados. Alquilamos un apartamento para 6 personas y solo habían 4 camas que eran super incomodas, el baño es pequeño y mal cuidado, la cocina estaba sucia, tuvimos que lavar a conciencia todos los utensilios por que estaban sucios y la nevera estaba ropa por dentro. Con respecto al trato fueron muy desagradables, tienen un cartel en el restaurante que pone que la "cocina esta abierta todo el día", nos sentamos en la terraza a las 21:50, los camareros pasaron de nosotros, los llamamos varias y veces y nada... A las 22:30 después de 40 minutos esperando se nos acerca un camarero y nos dicen: ya están?? Como que ya estamos si aun no hemos ni pedido la cena?? Su respuesta fue que lo sentía mucho pero la cocina la cierran a las 22h. Nos tuvimos que ir a cenar super indignados a otro sitio, desde cuando un restaurante cierra cocina a las 22h? Y además que nos tuvieron esperando 40 minutos... Pasando por al lado nuestro varias veces y llamándolos para que nos tomaran nota. Conclusión: no se lo aconsejo a nadie