Restaurante: Hostaria Marchese del Porto

Decepcionante, es la palabra que describe nuestra experiencia en este restaurante. La comida es precocinada y de hecho todos los platos de pasta que pedimos estaban frios por unas partes y caliente por otras. Las patatas fritas más de lo mismo, se veía a la legua que estaban recaletadas. Los postres bastante excasos y más para el precio que tienen... Y para rematar mal servicio..... Los camareros son pésimos y olvidadizos. Salimos muy descontentos y pagamos demasiado por la comida.

Conocemos este restaurante desde hace tiempo, y desde luego podemos asegurar que cada día se come peor en este restaurante y cada día el trato es peor.. Los camareros son de lo más borde, y tardan muchisimo en servir y encima con malas caras, se te quitan las ganas de volver y desde luego la comida es de lo peor, y la comida no esta hecha al momento, como publican, si no que esta ya todo precocinado y la pasta cocida..... Si esto es un italiano auténtico....... Me quedo con las cadenas de restaurantes italianos y le indicaria al propietario que se de una vuelta por italia, para que sepa lo que es autentica comida italiana..... Por lo menos que no nos engañen...

Fuimos animados por una publicidad que leímos, y nada más lejos de la realidad. Se anunciaban como alta profesionalidad, y desde luego en este restaurante no había profesionalidad ni por asomo, los camarer@s muy antipáticos, de profesionales, nada de nada... Según la publicidad, "maxima calidad", diremos al respecto que el solomillo tenia mucho nervio, estaba duro, y encima atrasado, muy atrasado y nos ponen mala cara cuando se lo comentamos al camarero. Se anunciaban como que hablaban euskera, y no es que tenga nada en contra de los extranjeros, que es lo único que había allí, pero nadie de los allí presentes supo decir ni una sola palabra en nuestra lengua materna, que no nos llamen idiotas a la cara, por favor.

Los camarer@s no son profesionales, por lo tanto no tienen ni gracia ni arte para atender una mesa y los platos que sacan de la cocina dejan mucho que desear. El encargado que merodea por allí, no hace más que empeorar el ambiente con su actitud hostil. Nos fuimos mal atendidos y con malas caras

Estuvimos este verano en este restaurante para celebrar un cumpleaños en familia, y quedamos encantados con el trato que recibimos. Nada más llegar nos atendió una camarera rubia muy simpática y amable que enseguida nos situo en una mesa y nos ofreció la carta así como recomendó alguno de los platos y de los vinos;era la primera vez que íbamos y no sabíamos muy bien que pedir, pero gracias a sus recomendaciones, la comida fue un acierto y nos fuimos todos muy contentos. La chica super amable y profesional estuvo en todo momento pendiente de nosotros con un servicio muy cuidado y esmerado. Como era verano, repetimos alguna vez, pues nos encanto la terraza y siempre que íbamos enseguida nos buscaba un sitio y hacia que nos sintiéramos realmente especiales y a gusto. La comida esta bien pero lo que realmente nos animo a repetir fue el servio tan esmerado y profesional de esta camarera.