Restaurante: Hotel Palacio de la Magdalena

Dos bodas la primera boda fatal, el aperitivo afuera, que las vistas son bonitas pero yo prefiero que sea menos bonito y que se coma mejor, el vino, el agua y demás bebidas al sol, no se tragaban, el aperitivo correcto, algún camarero parece que le debes algo, y la comida menú.... Lo que pusieron los novios para mí desafortunadamente, no me gusto nada más que la carne, tenía hambre en una boda! Ya que como digo no me gustaba la comida y espere al lunch. Era de pie, con tres mesas a la larga, tipo bufet con los pinchos de el aperitivo por que más no había, la gente protestó y con razón, dos bandejas de mini pasteles dulces,gamba a la gabardina, calamares, mini bollos preñados,una rebanada de pan con tomate y media rodaja de jamón serrano, algún bocadito salado en tartaletas efecto quiche y poco más donde escoger con los platos todos en un lado para cogerte tus pinchos y bailar con ellos en mano o ponerlos en mesa donde no tenías copas puestas y mucho menos cubiertos que los pusieron todos en otra bandeja en esas tres mesas y como en casa de pepe. El hotel muy guapo, las habitaciones limpias, correctas y cómodas. Segunda boda, los camareros peor que la primera, la bebida al ser un día que hizo mucho frío estaba correcta la temperatura, no se podía estar en la terraza de aire y frío, que el aire pasó en la primera boda también, el aperitivo como el anterior, el menú mucho mejor el de la segunda boda, pero sigo creyendo que eso también es por elección de los novios, estaba bueno el marisco, el pescado correcto y la carne a mi gusto rica, el postre también estaba bueno. El lunch fue también como el de la primera boda y la gente en esta boda aún comentó más de poner ese tipo de lunchs, se sentó más de él 80 % de la boda con sus platos en mesa, es un poco de risa esos menús de noche, en esta al no tener el hambre que pase en la primera a causa del menú, me quede con mejor prespetiva del lugar, tengo que decir que los baños al coger el comedor grande de terraza con vistas, quedan algo lejos de el comedor. Compartidos con las bodas. Enlas dos bodas que tuvimos en este lugar, eran 5 bodas el mismo día. Pero sigo pensando que también comes acorde a lo que se quieran gastar los novios, que toda la culpa no es de el lugar.

En mayo de 2014 fui invitada a la comunión de un sobrino. Iba preocupada por lo leído aquí y me encontré gratamente sorprendida, pues todo estuvo genial. La comida fue excelente, el marisco pedido a la plancha así llegó a la mesa, caliente, la mariscada incluía medio bogavante por persona y se podía repetir. Después llegó el mero con unas patatinas riquísimas, de la carne no me acuerdo y el postre era un coulan de chocolate con helado de mandarina, buenísimo. Los niños se lo pasaron podre y disfrutaron como enanos con el payaso-dj, piscina de bolas, cama elástica, spa, y había dos chicas que les pintaron la cara. Como detalle hubo unas chuches. Lo principal fue que quedamos contentos y el servicio fue de primera. Especialmente yo, que iba de invitada y no me tocó pagar. En esta ocasión me tocó disfrutar.

He comido dos bodas, la primera la comida estaba bastante bien pero el servicio de camareros fue patético. La segunda más de lo mismo, entre plato y plato te daba tiempo a echarte la siesta, la cocina le falta muchísima experiencia, yo si tuviera que organizar una boda, comunión o cualquier otro evento no se ocurriría ir para nada a este sitio.

Te voy a explicar un poco lo que pasó. La comunión fue el día 28 de abril y eramos 10 comuniones en el salón. El encargado se llama andrés y a todo lo que le dices o pides te dice " claro que si " pero resulta que es "claro que no". Te detallo: - para empezar los aperitivos de bienvenida eran de lo más simple: croquetas, calamares y canapes de atún. No había pinchos elaborados, ya me entiendes, esos de pulpo, esas brochetas, ese salpicón, etc., vamos, lo que te ponen hoy en día en cualquier restaurante que se precie. Y luego el decía que con el aperitivo ya casi ni íbamos a comer. -ninguna mesa tenía la tarjeta del menú ( lo nunca visto ). Mira que es solo una tarjeta que no cuesta nada, pues no la había. Es la primera vez en mi vida que veo cosa igual y mira que tengo ido a restaurantes a comer bodas y comuniones. -el pan era una fabiola tostada. ¿ donde están los bollos redondos de leña que te ponen en todos los sitios? - pedimos langostinos y bogavante a la plancha y resulta que nos lo traen cocido. Con decirte que rompías una pata al bogavante y te salía todo el agua del cocido ya te lo digo todo. Y los langostinos ni pelaban. -con el marisco encargué: concha de vieira rellena de salpicón de marisco. ¿ tu que piensas que es eso? Yo me imaginaba un vieira con el salpicón encima y pensaba: tiene que estar de muerte, vas comiendo el salpicón y luego te encuentras la vieira con la vinagreta del salpicón y tiene que estar de chuparse los dedos. Nada más lejos de la realidad. Era la cascara de la vieira con el salpicón dentro. No hay vieira. No se si la comes en el palacio de la magdalena, pero por si acaso, está bien que sepas lo que hay. -cuando llega la carne viene sin ensalada y resulta que en alguna mesa si la sirven. Después hablando con otras mesas nos enteramos que hay que pedirla aparte, ¿pero, cuando se vio eso? Alucinante, pero si una lechuga no vale nada, por favor. -de postre nos dan la tarta y en el helado nos dan un corte de tres sabores, nata, vainilla y chocolate. Ese corte ya no te lo dan ni de menú del día en ningún bar, y lo digo por experiencia, ya que todos los días como fuera y en distintos sitios. Esos detalles son los que marcan la diferencia entre un sitio y otro. Cualquier restaurante te da una bola de helado o si te da un corte te lo da de un sabor solo, bien turrón, avellana, nata, etc. Pero no de tres sabores, que eso ya está pasado de moda. -las toallitas refrescantes estaban secas del todo, que vamos, era mejor limpiarse con la servilleta. -cuando estamos en la mesa pasó andrés y nos dijo que nos quedáramos con el número de mesa ya que más tarde iban a sortear un crucero ( el cual estaba por escrito que lo iban a sortear ese día ). Pues bien, dos horas más tarde sortean un viaje de dos días a parís en vez del crucero y nos dicen que es por culpa de la crisis. Claro está que hubo gente que hasta lo creyó pero la realidad es que les salía más barato el viaje que el crucero. Por cierto, a mi no me tocó. -cuando hablamos con él para encargar el menú nos dijo que los niños iban a tener un salón entero para ellos con colchonetas y atracciones varias. Lo que pasó es que puso una colchoneta afuera y como llovió los niños se quedaron sin colchonetas. - un mes antes de la comunión nos invitó a una chocolatada con los niños y para hacerles una muestra de lo que iban a tener ese día. Hubo spa para los niños, payaso, mago, colchonetas, etc. Nos dijo: " esto es una pequeña muestra de lo que va a haber". Luego nos despertamos el día de la comunión y ni mago, ni colchonetas, ni fuente de chocolate, ni globofexia. Nada más que un payaso para entretenerlos un poco. De pena y dolor. Estuve el día 19 de mayo, la semana pasada, en otra comunión en el peñamea y pa flipar. Los niños tenían colchonetas, toboganes, camas elásticas, una máquina de palomitas, pinball, la wii, un carro lleno de gominolas que nunca se acababan porque estaban rellenando todo el rato, globofexia, una chica que los pintaba, otra zona donde hacían galletas, fuente de chocolate, algodón de azúcar, toda clase de refrescos y no se si todavía se me olvida algo. Eso si es un restaurante. -a los niños no les regalaron nada. Yo, en todas las comuniones que he ido, el restaurante siempre tuvo un detalle con los niños que hacían la comunión, bien una cámara de fotos, un reloj, etc. Un detalle. -falto mucha atención por falta de personal. -nos pasaron una copa de sidra el gaitero y no fueron capaces de dejar la botella en la mesa. Es que esos detalles...... -luego a la hora de pagar, protesté y andrés en vez de discutirme algo lo que hizo fue quitarme dos menús como compensación, pero a mi ya me jodió bien, porque el que quedó mal fui yo por llevar a mis invitado a un sitio como ese que lo único que tiene bueno son las vistas. Cualquier otro restaurante tipo peñamea, la campana, el lupa, etc, tiene ocho veces más detalles y atención que el palacio de la magdalena, y lo digo por experiencia ya que es raro que al año no tenga una boda o comunión y lo que vi aquí es la peor celebración de toda mi vida. Mira sin ir más lejos, el otro día en el peñamea fue una pasada. Dieron pinchos elaborados, super atención en todo momento, el marisco genial, el helado era una bola de avellana que estaba cojonuda. Dieron detalle pa los niños, toda la diversión que había para ellos, dejaron la sidra ( no se esperaba menos ), etc. Lo más gracioso es que el precio es prácticamente el mismo. Lo se porque conozco a la anfitriona de la comunión del peñamea y me lo dijo y sólo había 4 € de diferencia. Para que veas. Así que si la comes en el palacio de la magdalena amarralo bien. Ah, no solo me pasó a mi, hablando en los días sucesivos con diversas gentes te vas enterando de mucha gente que comió bodas allí y no quedaron contentos para nada, sobre todo si estás de vuelta de otros restaurantes como los señalados antes. Chao.