Restaurante: Hotel La Serena

Bajo el cielo de Altea todo reluce!!! La luna y las estrellas son cómplices, la estrecha callejuela nos va conduciendo lentamente, pasando por Abaco, diciendo hasta luego a Erik y por fin el portal del Hotel La Serena. La atmósfera esta creada. Tal vez los cortinados etéreos que van tamizando la luz, el suave murmullo de una fuente y las gaviotas despidiéndose de otra tarde de sol y mar ponen ese toque de misticismo y sensualidad que acompañan la oportunidad de una noche para el recuerdo.

Cocina cuidada, de platos delicados, elegantes, sabores auténticos y diáfanos donde donde cada uno conserva su autenticidad.

Una carta de vinos sin extravagancias, pero con el mismo cuidado en la elección, casi pensados y seleccionados para cada una de las opciones de cocina.

Decir Gazpacho en el Mediterráneo es casi casi como hablar de pasta en Italia......y poder degustarlo es una experiencia que ningún turista podría perder, ahora......ESE Gazpacho es poder por fin entender su esencia y la razón de su trascendencia.

La atencion esmerada y dedicada, el profesionalismo y discreción, saber que allí esta pero a la distancia necesaria como para adivinar la mas mínima necesidad, sin interferir en el espacio intimista de un grato y cómplice encuentro.

Todo es imperdible y autentico. Porque entonces las estrellas nos engañan? Porque esta pagina, la cual visito a menudo y a la cual me animo a escribir por primera vez solo por hacer causa con la justicia, en esta misma sección califica a "la fabrica" Osteau con 4 estrellas y a La Serena con 3 1/2. Para el desprevenido tal vez no habría diferencia, pero para los que amamos la buena mesa y valoramos el esfuerzo de la preparación personalizada de cada plato, para los que amamos Altea y sus opciones de Gastronomía , música, historia, su gente (tan diversa) amable y cálida esta calificación no refleja la clara diferenciación que debiera ayudarnos a optar y asegurar una correcta elección.

Gracias por tomar el trabajo de leer y gracias por el trabajo realizado, el cual en definitiva nunca me defraudó.

Maria