Restaurante: Il Forno di Giulia

Buena comida, servicio muy rápido (había poca gente, pero han tardado menos de 10 minutos en traernos los platos). Servicio: atentos con las niñas y con nosotros; aún y ser hora de cerrar, no nos han dado prisas y nos han atendido perfectamente. Buena calidad/precio.

Excelente ambiente, la comida es preparada con esmero y exquisita! Un punto fuerte son las pizzas. La atención también es estupenda. Cuando estuvimos, tocaba una pianista... Estupenda!!

Tanto mi mujer como yo comimos de maravilla. Yo pedí una menorquina que estaba de muerte, y ella unos papardelle estupendos. Puedes ver perfectamente el funcionamiento del horno de leña donde el pizzero elabora las pizzas. De postres, tiramisú y panna cota, totalmente caseros y generosos. Te sorprende la decoración: cálida y moderna, con un toque muy original.

Se come fantásticamente. Sin duda, las mejores pizzas del maresme. El horno está a la vista y puedes ver como hacen las pizzas. Mi mujer comió pasta y la encontró también muy buena. De postre pedimos un tiramisú y una panacota (buenísimos). El precio muy razonable y la decoración bestial. Sinceramente, lo recomiendo.

Generalmente no suelo encontrarme con situaciones como las que encontré en este restaurante ( y solemos frecuentarlos semanalmente). Reservamos mesa con antelación: nos dan una mesa al lado de una puerta de servicio a los empleados que se abría y cerraba constantemente. Pido una pizza "caramella" y nadie me avisa que se trata de una calzone ( yo quería una pizza, no un calzone ). Al traer el plato a la mesa, el camarero me lo retira al minuto alegando que se han olvidado de poner el jamón y el queso de parma. Al estar la cocina a la vista del público, veo que el mismo camarero coloca con la mano los ingredientes que faltan en mi plato. Le pregunto si me ha puesto el jamón y el queso con las manos y me dice que sí....... Cuando preguntas por el vino de la casa te dicen que psé....... Si lo eligen ellos deberían intentar venderlo mejor. La decoración recuerda a un restaurante de polígono industrial con fluorescentes de color azul. Al llenarse la mesa de detrás nuestro, estuvimos empotrados literalmente a la mesa ya que no había suficiente espacio para estar cómodo. Les deseo mucha suerte (la van a necesitar), pero a nosotros no nos ven más el pelo ( y somos vecinos ).