Restaurante más que recomendable, buena comida y magnífico servicio, todo lo que hemos pedido nos lo han servido individualizado a todos los comensales, nos hemos dejado aconsejar y tengo que decir que ha sido un acierto. Destaco algún plato que me ha parecido buenísimos como el revuelto de bacalao, muy ligero y esponjoso y con mucho sabor, la ventresca de atún buenísima y con auténtico cous-cous, sueltecito y muy sabroso y el canelón de cola de toro que es un auténtico manjar. Yo no he tomado postre ya que no podía más con esas tapitas pruebas de todo y acabas lleno. Muy bien de precio, 23 € por barba.