Restaurante: La Bodega de Apolo

Para ingleses del inserso y aspirantes a yupi. Uno de esos sitios de los que sales con más hambre de los que has entrado (la cantidad de los platos es mínimalisa), aunque bastante menos dinero. Presumen de vinoteca, pero si eres amante de los vinos lo llevas clarinete si pretendes probar uno: o te bebes el que ellos quieran o puerta. ¡que es bodega, no vinoteca oiga! Eso sí, el capo-dueño-camerero va de coleguita guay, que hay que hacer caja.

Muy poca cantidad, pocas opciones de probar vinos si no pagas la botella completa, caro para tan poquita cantidad de las raciones... Bastante pobre, la verdad...

De esos lugares que empezaron bien y han acabado fatal. Precios carísimos, raciones y platos liliputienses, los vinos malos y escasos (ya ni siquiera ponen el que pides, hay que beberse lo que te quieran poner y punto), etc. Creo que se fue uno de los dueños o algo así, y desde entonces de pena. ¡no esta la competencia como para abandonar al cliente y pensar sólo en hacer caja!