Restaurante: La Bodega Del Rincón

Estivimos un grupo de 16 personas y las raciones que nos sirvieron a la mitad de cantidad que al resto de mesas que teníamos alrededor, después de habernos servido dos botellas en mesa y abriendola delante nuestra se le pide una tercera botella y con mucha prisa la deja en la mesa abierta y ya empezada, evidentemente se le llama la atención y nos la sirve cerrada y ante la queja de raciones tiene la poca vergüenza de decirnos que era por los platos. Al traer la cuenta nos carga una botella de vino de más el resto de bebida bien, también se le reclama y rectifica, al final hoja reclamaciones y muy mal sabor de boca y con hambre y para colmo resulta que el camarero que nos ha estado sirviendo es el dueño. Conclusión, pretensión de que al poner menos cantidad pidiéramos más raciones, se pidieron 15 raciones!! En este lugar se ha estado en otras ocasiones y el servicio nunca fue tan pésimo y la cantidad de raciones y precio no era el de ayer. Lugar para no volver como es evidente.