Celebración nefasta. Tuvo que irse el metre porque la lío, los camareros muy poco profesionales. Comida muy normalita para ser una boda.
Celebración nefasta. Tuvo que irse el metre porque la lío, los camareros muy poco profesionales. Comida muy normalita para ser una boda.
La comida de muy mala calidad, la bebida malísima, vinos baratos, la cerveza marca blanca y el agua del grifo. No es la primera vez que vamos y antes se podía disfrutar de la comida actualmente deja mucho que desear.
Estuve como invitada recientemente a una boda. El sitio me pareció precioso. Los jardines son ideales para un enlace civil y también el cóctel es muy agradable si la noche acompaña. Aunque tengo que decir que la atención de los camareros quizás fue excesiva. En varias ocasiones nos dieron en la espalda con las bandejas de aperitivos para llamar nuestra atención. En cuanto a la comida, no tengo palabras... Es el peor menú vegetariano que he comido en mi vida. Lo más increíble es que lo sabían con dos meses de antelación y sin embargo el resultado fue abrir dos latas de conservas de prisa y corriendo. Me pareció insultante que teniendo una cocina cordobesa tan estupenda, con tantos platos vegetarianos o que se pueden adaptar a ello, fuesen capaces de ponernos algo tan penoso. Y también es alucinante que con el boom que tiene actualmente el mundo del "cocineo", no hayan hecho ni el más mínimo esfuerzo por investigar sobre una cocina tan creativa como la vegetariana, llena de textura, color y sabor. siendo lo más sorprendente que lo pongan como una opción en su oferta! Detallaré el menú para que podáis opinar si estaba a la altura: de entrante nos pusieron ajo blanco, como el resto de comensales, a esto le siguió una ensalada de lechuga iceberg, con 3 trozos de tomate y cebolla "olorosa" dispuesta sin ninguna gracias, un segundo plato que era un montóncillo de alcachofas blandurrias de lata así como salteadas y luego, ya después de haber dado nuestra opinión al gerente sobre este "menú de boda vegetariano", nos pusieron de colofón, un revuelto en salmuera de "culos" de espárragos blancos. Todo ello maridado por unos vinos que te iban echando con cuenta gotas como si en la mesa no hubiera sitio para poner las botellas o porque quizás fuese más agradable ver la cara de perro y sonrisa falsa de la camarera cada vez que tenía que servirnos... la reacción del gerente, ante la suma ineptitud por parte del "jefe de cocina", fue pedirnos mil perdones, que verdaderamente agradecimos y de paso también aprovechamos para reiterarle que se lo tomara como una crítica constructiva y no se quedase en una queja más. pero en fin, menos mal que luego con las copas y las risas del photocall se nos olvidó que no habíamos comido nada :-(
El domingo pasado estuve con mi novio en una boda en la bodega del brillante, no habíamos estado nunca porque ya nos habían invitado el año pasado pero yo tuve una operación. Nos pareció espectacular desde el principio. El aperitivo fue tan abundante y tan variado que, aunque nos queríamos reservar para la cena, nos pasamos y luego nos costó llegar al final. Como el tiempo fue bueno, el aperitivo lo hicieron en los jardines. (nos dijeron que en invierno lo dan en una bodega preciosa que fue donde luego tuvimos la barra libre). El salón superelengante. (no sabemos si era una decoración especial para ese día). El menú era una crema de bogavante, luego una ensalada de langostinos y terminamos con un solomillo, postre, sorbete, etc por cierto, nos encantó el buffet de pastelería que estuvo expuesto durante la cena y luego bajaron a la barra libre. Lo que no nos me gustó tanto fue la música durante la barra libre, pero cuando se lo comentamos a un camarero nos dijo que la habían escogido los novios. No sé cómo andarán de precios, pero para nosotros ha sido la mejor boda en la que hemos estado hace tiempo.
Los canapes casi todos no estaban frescos ej: el pan del salmorejo duro, la caña de lomo seca igual que el queso, los refrescos y el tinto aguado y eso si muchisima cantidad y algunos aperitivos muy buenos. La cena fue muy rápida y la oca no estaba mal me gusto la lubina estaba bien pero los apreitivos vuelvo a repetir no estaban frescos y me pareció un mal detalle creo que seria porque fue la segunda boda en el mismo dia. Los postres y el sorbete estaban buenísimos.
He estado en mayo en la bodega en una celebración. Tengo que decir que me impresionó la cantidad y calidad del aperitivo (excesivo a mi entender) que estaba en contraste con la poca variedad de bebidas, era una boda y encontré a faltar un cocktail de cava, vermouts, en fin algo diferente a la cerveza o el tinto de verano. La cena estupenda, aunque la mayoría apenas la probamos, ya que estábamos hartos de tanto picoteo. Encontré a faltar un buen y generoso cava, ya que solo nos llenaron media copita. El servicio y el entorno muy agradable. En resumen: buena comida, muy buena, escasa bebida, una pena.
Conocía el Caballo Rojo, estuve cenando 15 Nov. en Las Palmeras del Caballo Rojo, en zona El Brillante, (en 12 congreso SADECA ).
Local con estilo exquisito en su decoración, tanto en pinturas como esculturas, lamparas acordes con la decoración, alrededor de 500 comensales, servicio rápido y selecto, trato muy agradable.
Los platos con presentación muy cuidada, en esa ocasión de bienvenida gran variedad de canapés, queso, buen jamón y caña de lomo (soy de Huelva, zona del mejor ibérico del mundo ) de entrante crema de carabinero, de 1º bacalao a la canela, de 2º solomillo con patatas horneadas, sorbete y de postre pastel en cama de crema de nueces.
La bodega acorde con la comida, blanco y tinto. Blanco afrutado, tinto Ribera del Duero joven cosecha 2003 Viña del Val, etiquetado especialmente para este Restaurante.
Destacar la atención recibida en cada momento, se nota que el personal esta acostumbrado a atender grandes eventos.
NOTA CURIOSA : Soy aficionado al vino tinto, y los colecciono ( modestamente) me llama la atención vinos embotellados o etiquetados especialmente para ciertos restaurantes, caso que como cuento se dio esa noche, solicite a uno de los metres , poder adquirir una botella de tinto con la etiqueta del establecimiento, me explico que no era aconsejable que saliera del local con una botella en la mano, me remitió al Caballo Rojo, en pleno centro de Cordona (junto Mezquita ) local que como digo ya conocía, como tenía interés en conseguirla así lo hice, me recibió un camarero que me presento a un metre, a quien le explique lo sucedido la noche anterior, me comentó que esa botella no la tenían allí, ya que es específica para grandes eventos, de todas formas lo confirmó preguntándole a una señora (desconozco exactamente quien era ) que al no poder satisfacer mi petición, con mucho estilo me expreso : no puedo atender su petición señor, pero le ofrezco otra mucho mejor, un reserva del 96, embotellada por el grupo Yllera, con la etiqueta dedicada a los amigos y clientes de Pepe, el del Caballo Rojo de Cordoba. cuando intente abonar, inmediatamente exclamó que era un regalo de la casa, y que de todas formas, si les facilitaba mi dirección me harían llegar la otra botella. Sin duda alguna un detalle de atención al cliente y sobre todo de distinción.