Restaurante: La Burguesita

Entre otras muchas cosas, vale la pena tener hijos, para conocer estos sitios. Me he sentido super a gusto, y mi mujer y sus padres y los niños

Ideal con niños. Zona infantil con monitora "donde te olvidas de los niños" aunque los tienes siempre controlados ya que está acristalada. Amplia carta de hamburguesas poco convencionales y de calidad (rabo de toro, angus, avestruz, wagyu.... ). Para nosotros que vamos con frecuencia de los mejores restaurantes con niños de Madrid.

Después de buscar por la zona sur de Madrid un restaurante que tuviera zona infantil, nos dispusimos a reservar una mesa para 9 adultos y 7 niños el 28 de diciembre. Nos ayudó a decidir que disponían de varios menús de navidad, uno de 25 € que se ajustaba a lo que estábamos buscando. A la llegada, en la mesa están las cartas, subo y le comento al que parecía el encargado que teníamos pensado pedir el menú, y me dice que no es posible, que lo teníamos que haber dicho en la reserva. ¿cómo? Según la conversación telefónica que mantuvimos, (con él no, claro) lo del menú lo escogíamos a la llegada, la excusa es que lo tenían que preparar, me pregunto entonces, si pedimos de carta no lo tienen que preparar también??? Bueno, nos sentamos todos, como pudimos, el sitio era justo no, lo siguiente, y la zona infantil, jejeje… de los 7 niños solo fue el más pequeño de 2 años, al resto no les gusto nada, no tenían ni sitio. Llegaron los entrantes, pedimos patatas de 4 tipos, nachos y croquetas, de las patatas llegaron 3 tipos y el cuarto lo traían con los cafés, con lo que les dijimos que ya no las sirvieran, los 4 nachos que estaban enteros muy bien con su salsa, pero es que todo lo demás eran migas que no se podían coger y mezclar con la salsa. De las croquetas no puedo opinar porque no las probé. Las hamburguesas, las dos que yo probé y lo que opinó la gente era que estaban buenas, menos mal... El menú de los niños un único plato (y no combinado) algo justo por los 10€, y encima el pan después de pedirlo en repetidas ocasiones nos lo ofrecían a los postres, con lo que también se lo ahorraron. Luego, algún postre, los cafés y algún chupito. La cuenta para los adultos estuvo rondando los 30€, muy caro para el servicio ofrecido. Ahhh y no funcionaba el pago con tarjetas. El servicio no estuvo nada atento, tenias que seguirlos con la mirada hasta que la paciencia se agotaba y te tenías que levantar y abordarles, es verdad que el local estaba todo lleno, quizás por eso, lo del poco espacio, lo de la zona infantil saturada y lo del servicio disperso por decir algo. Sé que he sido muy extenso, pero no quería dejar pasar, no me sentí nada bien, se trataba de un encuentro muy especial con amigos muy especiales y el restaurante no estuvo a la altura, decepción total.

La comida esta buena aunque no es barato. Lo malo son los pequeños detalles. Primero el sistema de datáfono no funciona, le preguntas donde hay un determinado cajero y no lo sabe, luego resulta que hay uno a menos de cincuenta metros. Cuando pides pan para celiacos resulta que no les quedan, cuando en su página web dicen que si. Pides cerveza y te dicen que solo tienen una marca y solo tercio. Cuando van a traer el plato principal te avisan de que lo más seguro es que no les quede café cuando lo vayamos a pedir. Cuando traen las hamburguesas una de ellas viene con el pan del reves y al lado bueno le falta un trozo (pensamos que se les quemó el pan y le dieron la vuelta para disimular). Al final había café pero vamos que no lo recomiendo. Y soy muy light.

Nos encantó el trato y el espacio que tienen dedicado a los niños. La monitora un encanto! Sobre la comida solo puedo decir que no existe ningún burguer con la calidad que aquí ofrecen. Volveremos sin duda. Marta. Madre de 3 niños de 2, 3 y 5 años.