El local es fantástico a pesar de estar en un simple polígono industrial. La comida bastante mejorable, y el servicio lamentable. El que parece ser el 'jefe de sala', un hombre de unos 50 años, es una persona que carece de profesionalidad por completo. Comportamiento como un bar de carretera, sin formas, y sin educación ninguna, deplorable.