Es un restaurante que sólo tiene la fachada del sitio. Estuvimos preguntando por los menús para una reunión familiar y nos dieron un precio. Después a lo largo de la conversación surgió la pregunta de que si ese mismo menú lo eligiéramos para una comunión que si se mantendría el mismo precio y nos dijeron que no, que sería mucho más caro, esto nos sorprendió y por ello indagamos más y le dijimos que si en vez de una celebración normal venimos de sorpresa a celebrar una comunión con ese precio qué pasaría. Nos dijeron que nos echarían a patadas de allí. Ante esto nos fuimos y ya no regresamos jamás. Esto sucedió hace unos años y sólo espero que algún día pueda ver el cierre de este establecimiento.