opiniones sobre el Restaurante La Casita

Perfecto!! Creo que hace un tiempo que está gestionado por nuevos propietarios, fui por recomendación de un amigo de torrelodones y no me ha defraudado en absoluto. El restaurante es muy acogedor, comida muy buena, relativamente tradicional con toques. Precios a mi entender decentes por la cantidad de las raciones. Carta de vinos aceptable. El servicio quizás lo más mejorable pero aceptable. Le doy muy buena nota, para mi de lo mejor de la zona.

Restaurante con espacio bien decorado y acogedor. Comida cara y en absoluto digna de un precio así de elevado. Trato al cliente pésimo: distante, prepotente, falto de detalles y artificial. En tiempos de crisis, o para personas que valoramos relación calidad/precio, sitio absolutamente prescindible y a evitar.

Poca calidad para mucho precio. Es caro y últimamente hemos tenido 2 decepciones seguidas, un arroz con bogavante pasado y un solomillo duro, incomible. Otro día pedimos unas croquetas de entrante como éramos 5 persona decidieron (ellos, no se lo pedimos) ponernos 2 croquetas más que las que lleva la ración y, cual fue nuestra sorpresa, que nos cobraron 3 euros más por croqueta. ¿elegantes verdad?. El trato tampoco nos ha convencido, cuando hemos protestado por la comida encima estaban como ofendidos. En fin, no lo recomiendo en absoluto.

Nos recomendaron La Casita y hemos cenado esta semana, hemos quedado totalmente encantados. El local es muy agradable y elegante, estupendo trato del personal y lo más importante, excelente comida (hicimos atún y perdiz)y. Cenamos de maravilla, lo recomendamos.

Un reducto de buen servicio en la sierra precio muy razonable para el nivel de servicio y la calidad de la materia prima. Las medias raciones y el menú de fin de semana te permiten controlar la cuenta y disfrutar. Sin duda uno de mis favoritos de la sierra.

Gran sorpresa en la sierra, extraordinaria carta de vinos, comida clásica sin extravagancias, volveremos pronto. No es barato pero la calidad... Es lo que tiene.

Una gran desilusión en las tres últimas veces que hemos ido. Lo descubrimos el verano del 2008 y nos pareció a mi mujer y a mí un sitio magnífico. Tanto en verano con su terracita de verano como en invierno con su salón principal nos parecía un lugar muy acogedor. La atención del personal fue siempre excelente. Profesionalidad y buen trato. La comida, realmente interesante. Buenas materias primas y originalidad en la presentación. Carta de vinos amplia.

En definitiva, se convirtió en uno de los muchos restaurantes favoritos. Habremos ido no menos de 7 u 8 veces en total. Siempre le puse un pero. El precio. No es un sitio barato aunque bueno, si quieres calidad y trato se supone que tienes que pagar un extra y lo das por aceptable. Factura raramente baja de 110-120 euros dos personas las 3 últimas veces hemos detectado todo tipo de "peros". Desde confusiones en la cuenta (lo das como un error humano si fuera hecho aislado) repetido de nuevo el siguiente día, bajada enorme de la calidad del servicio (es lo más notable), pasamos de un trato exquisito a que el camarero me llame de "tú". Se nos ocurrió la última vez probar el menú de fin de semana (al precio de 36 euros por persona). Las raciones eran exactamente la mitad de la ración normal, el vino de Ínfima calidad, los he tomado mejores en tascas de menú de la casa a diario (para eso señores, mejor no lo ofrezcan). Lo curioso es que aún así, me dieron a catar el vino (se ve que el camarero era bastante nuevo). Cuando el maitre le vio que me lo estaba dando a catar le echó una mirada tremenda al chico diciéndole secamente "el vino del menú fin de semana no se da a catar". Señores, entiendo que siendo un menú fin de semana no me vayan a poner un matarromera pero al precio de 36 euros (que de barato no tiene nada para ser menú) se espera algo mejor.

Tres últimas oportunidades he dado a este sitio espaciadas en el tiempo a lo largo de unos 3 meses para ver si eran hechos aislados o si es lo que hay...... Parece ser que es lo que hay. No volveré al sitio más que lo sienta porque es un sitio con potencial.

El restaurante es amplio y al mismo tiempo acogedor. Recomiendo la zona de fumadores (en la planta de abajo) porque no se nota el humo (al menos las veces que yo he ido) y el salón es más bonito.
En cuanto a la comida, todo está muy bueno y muy bien presentado.

En cuanto a mis platos favoritos, sólo podría decantarme por un postre, el sabayón; en cuanto a los platos principales, no he probado ninguno que no me haya gustado, al contrario; se me hace muy difícil elegir uno favorito.

El trato del personal es exquisito, son muy amables. Tienen buenos vinos y licores.

Es un restaurante indicado para ir con amigos, familia, pareja...
Las mesas están a una distancia prudencial unas de otras, por lo que la intimidad está garantizada.

Agradable, maravillosa comida, y una atención excelente.Demasiado pequeña. Imposible con niños. Una carta excelente de vinos.