La comida deja mucho que desear y es una pena porque el sitio si lo vale. Fuimos a cenar y pedimos dos menús de 30€ que no entiendo porque no se podía pedir uno de 30 y otro de 40, pero bueno y la verdad que quedamos muy descontentos, quizás si hubieramos ido a la carta hubiera sido mejor pero a la carta es en el salón de abajo y no en la terraza, otra cosa que no entiendo. Ni el mojito del final nos lo pudimos tomar, era puro alcohol, sino sois especialistas en mojitos no los ofrezcáis dedicaros al gin tónic que es lo que ofrecéis. La atención muy buena por parte de todos los trabajadores