Restaurante: La Coma

Estuvimos en el restaurante el día 12 de agosto, dos adultos y dos niños. Pedimos el menú. La lechuga de la ensalada estaba mústia. Los macarrones de los niños gratinados hasta el punto de estar medio quemados, los canelones también. Comimos mal y nos salió carísimo. Mala relación calidad-precio. No volveremos.

Género de muy buena calidad, trato familiar y agradable. Relación calidad precio muy buena. Sitio muy tranquilo y confortable, con jardín para los niños.

Haciendo un recorrido por la zona, a las 12,30h. Nos apeteció tomarnos una cerveza y un aperitivo, vimos este bar-restaurante y paramos, nada más entrar por la puerta y sin haber llegado a la barra ya nos dijeron que queríamos tomar, les pedimos unas cervezas y un par de tostadas que tenían en una carta, nos dicen que las cervezas si pero que las tostadas hasta las 13 horas no habrían la cocina y no daban ese servicio. Nuestra sorpresa fue ver a dos cocineros uno paseando un perro,otro sentado junto cuatro camarero/as y otras dos personas más. Éramos los únicos clientes, en la media hora que estuvimos no entró nadie ,¿tanto cuesta hacer dos tostadas con jamón? Que es lo que pedimos o ¿habernos ofrecido otra cosa? Igual como no éramos catalanes no nos querían, en ningún momento nos hablaron en castellano (igual no tienen ni idea). Vergonzoso

Fui a este restaurante con un compañero de trabajo. Él pidió un menú x 14 € con bebida y postre. El primer plato, la sopa estaba no estaba muy caliente y de segundo plato le pusieron un trozo de salmón (sin gusto a nada) con patatas fritas. Mi compañero pidió agua para el menú. Yo de bebida pedí agua, y nos llevaron una botella de agua de 1,5 litros para ambos. El agua me la cobraron a mí que no tenía menú. Mi compañero pidió pan, con el menú. El pan estaba duro y también me lo cobraron a mí que no tenía menú. Yo pedí un plato de pollo con setas de bosque y después de esperar un buen rato me lo llevaron congelado y duro como una piedra. Después de volver a calentarlo en el micro, no había manera de comerselo, estaba caliente pero muy seco. Pagué 17 € por un único plato. Me cobraron el pan y la bebida que supuestamente era la del menú de mi compañero. No volveré nunca más, ya me han tomado el pelo suficiente en este lugar.

Una carta sin complicaciones y completa, buena carta de vinos. Servicio agradable y familiar. Calidad y precio adecuados. Local ambientado con muebles y aperos agrícolas de la zona. Nos costó levantarnos de la mesa pues el ambiente es muy agradable.