El mes pasado, de visita a gijón estuvimos cenando un sábado y en verdad han añadido algunas innovaciones a la carta para disfrazar a quien no tiene ojos para ver, el troceado un elástico y duro, una ensalada de pulpo o restos de puntas del abuelo de los pulpis, en verdad no aprenden los propietarios antes tuvieron otro local el varsovia y terminaron cerrando por maltrato a la clientela