Restaurante: La Huerta

He estado varias veces comiendo con amigos y pareja y todas las veces han sido de 10 excelente. Tanto en el servicio como en la calidad de la comida se han superado, los hongos con yema y la pasta trufada nos encantaron. El trato recibido por mikel y sobre todo por sofía muy familiar y agradable. Todavía no he tenido oportunidad de comer o cenar en su terraza, espero repetir pronto para poder disfrutar de ella. Recomiendo este restaurante como uno de los mejores de vitoria.

Calidad precio muy mala, por un jamón nada bueno y unos calamares que nos sacaron una pieza grande difícil de comer, y un rodaballo normal y sin postre dos personas nos salió por 126€ no lo aconsejo

Sin comentarios respecto a los cuatro primeros comentarios u opiniones dado que me parece que sobre todo el tal javier no tiene no idea de comer bien y mucho menos de como llevar un restaurante de tal categoría... Que este individuo diga sin venir a cuento "mikel y Sofía os lo estáis cargando"me produce mofa, dado que han elevado su propio restaurante a la categoría en la que esta. En cuanto al restaurante me parece excepcional, un trato muy correcto y familiar y de la comida opino que esta en muy buenas manos del chef mikel fiestras. Un mensaje para el tal javier: se un poco consecuente con lo que dices y sobre todo aprende a comer. Un saludo

La verdad es que después de entrar y ver el local pense que iba acomer como un rey pero nada más lejos de la realidad, el sitio es muy acogedor pero la relacción calidad-precio deja bastante que desear tanto por la cantidad como por la calidad - ración de pulpo a la gallega 14,00 + IVA en algunos bares te ponen más cantidad de pintxo - ventresca 10,60 + IVA si le pones el bonobus encima tapas más de la mitad y así todo, lo del postre ni lo comento porque me entra la risa a los dueños un consejo, curraroslo como se merece un local con esa presencia

A pesar del buen nombre que precede a este restaurante, hay que decir que deja bastante que desear. Si bien es cierto que el local es muy agradable y que la terraza es un lugar ideal para cenar, tanto el servicio como la comida no hacen honor a un marco tan adecuado. Además de esperar tanto entre plato y plato que casi se olvida lo que se ha pedido, y de recibir a cambio de la espera una ración escasa de un plato semi-frio, eso si muy bien presentado, a la hora de pagar da la sensación de que la cuenta atiende más al coste del alquiler del local que a lo degustado durante la cena. Una lastima que todo se quede en apreciación visual cuando deberían ser otros sentidos los satisfechos.