opiniones sobre el Restaurante La Lonja de Boadilla

Pésimo, deplorable el trato, calidad muy normalita pagada a un precio excesivo, engañosa bienvenida con sonrisa de falsete cuando en realidad te van a tratar como a ganado, casi una hora de espera hasta que te traen tu plato, ya frio, cosa que solucionan tirando de microondas y tardando otros diez minutos adicionales. En resumen, lamentable, no vuelvo.

Pésimo, deplorable el trato, calidad muy normalita pagada a un precio excesivo, engañosa bienvenida con sonrisa de falsete cuando en realidad te van a tratar como a ganado, casi una hora de espera hasta que te traen tu plato, ya frio, cosa que solucionan tirando de microondas y tardando otros diez minutos adicionales. En resumen, lamentable, no vuelvo.

Hemos estado 4 amigos con niños en la terraza tomando raciones. No puedo opinar sobre el menú ni sobre las instalaciones interiores pero sí por la terraza. Servicio exquisito y calidad suprema. Es caro pero merece la pena, toda la comida está riquísima.

Estuvimos un grupo de amigos cenando y aunque nos lo habían recomendado no respondió a las expectativas. Aunque llegamos todos puntuales tardaron bastante en servirnos y cuando al pagar hicimos el simple comentario de que habían sido un poco lentos, vino uno de los dueños y en vez de aceptar el comentario, si nos descuidamos, hasta nos levanta la voz. Como aspecto positivo, el camarero que nos atendió fue muy amable. Lastima que su jefe estropease de tal manera la impresión que nos llevamos del servicio.

Fuimos dos matrimonios a cenar. Los entrantes un poco cortos en cantidad. Cada uno tocábamos a una parte casi ridícula. No ha sido esa nuestra experiencia en otros muchos restaurantes que hemos visitado. Los segundos platos (todos pescado), exquisitos, muy bien cocinados y en su punto en cuanto a cantidad. Los postres un poco cortos en la variedad y simplemente buenos.

Deja mucho que desear la calidad. El metre, poco profesional, intenta colocarte lo que no vende!. Si eres famoso este es tu sitio, si no... No te prestan ni la más mínima atención.

Bien no nos engañemos, la calidad normal, el trato insuficiente ya que no saben diferenciar a sus amigos de los clientes que no compadrean con ellos, la presentación mala y los productos normales tratados con poco mimo.

El maitre (por cierto de pantalones vaqueros) nos recordará de la ventresca de atún "buenísima", que resultó una escuálida tira en la frontera del pescado estropeado. Reclamamos y nos cuenta que se lo trajeron fresquísimo en abril (estamos en diciembre) y lo congeló hasta ayer. No hubo oferta de traernos otra cosa. La cuenta, como en la otra única ocasión que estuve en este sitio, desmesurada para el local y la comida. Y otros detalles de restaurante abusivo en precio pero de menor nivel, como no ponerte servilletas de esas que necesitas cuando comes cosas con las manos (almejas) ni agua con limón... Que tienes tu que pedir expresamente porque a ellos no se les ocurre. No vuelvo.

Muy buena calidad y raciones abundantes. El servicio atento y profesional. Lo peor, el trato y prepotencia del encargado, más pendiente de las fotos que de los clientes. Incapaz de reconocer sus errores.

La verdad es que he comido en algunas ocasiones y se come genial para mi en cuanto la calidad que tiene con relación al precio esta muy bien, tanto como los pescados y mariscos y la bodega son de primerísima calidad la presentación es genial así como el servicio tan agradable y familiar la verdad es que da gusto comer y sentirte como en casa. Felicito a sus responsables Luis y Maria Jose, por su trato con el cliente.