Restaurante: La Marina

Me decepciono todo; el actitud del camarero, la disponibilidad de los platos, la desinformación respeto al menú, el hecho de que la reserva no estaba hecha al nombre que me habían informado. Pedimos cuatro platos distintos, después de haber sido informados de manera altiva de que no disponían de algún plato, pregunte si había otro plato del cual no disponían, para evitar más decepciones, y se me dijo que deponían de todo lo demás: cuando hice mi segunda elección, me informaron de que no disponían de ese plato. La comida era escasa y estaba fría, la guarnición extraña, el solomillo duro y seco, el pescado casi crudo, lleno de espinas, descolorido etcétera. Cuando se comento que la carne estaba dura y seca a pesar de haber pedido que se hiciera a su punto, y que la verdura estaba fría, la contestación fue que se podía haber calentado a la plancha, pero sin ningún interés. Por supuesto que no pedimos postre. La relación calidad-precio es de risa, porque es un restaurante caro, y no se merece la reputación que tiene.

De autentica sorpresa este tradicional restaurante. Magnifica su cocina marinera, sobre todo en otoño invierno, otras veces en agosto algo saturado el servicio. Pero siempre merece la pena. Inolvidable velada por unos magníficos salmonetes del estrecho y el envidiable mirador sobre el mar. Buena bodega. Excelente relación calidad precio.Acogedor.