Estuvo todo muy bien. Estábamos de cumpleaños, y salieron con una vela en el postre. Sencillamente genial.
Estuvo todo muy bien. Estábamos de cumpleaños, y salieron con una vela en el postre. Sencillamente genial.
Visitamos el restaurante de casualidad porque nos dirigíamos a somo. La verdad es que nos sorprendió muy gratamente el comedor es muy amplio para ir con niños y muy acogedor. Nos encanto los arcos de piedra y la estela de Cantabria que tenían en una de las paredes. El dueño es una gran persona y muy amable nos dio todas las indicaciones que necesitamos para llegar a somo. En el bar nos sorprendió el vino blanco de solera nos dijeron que era de los mejores de la zona. La comida muy buena y la relación calidad -precio estupenda. Comimos a la carta pero vimos que tenían un menú muy variado. Estaba lleno, pero la espera en el bar con unas aceitunas y el blanco que nos invitaron fue grata. Muy recomendable volvería seguro.
Su comido, servicio e instalaciones, son excelentes a la par que sobrias, siempre muy limpias y con la excelente iniciativa de exponer arte, en este caso y desde hace ya más de dos años, la obra del autor marcor. Exposición esta con carácter permanente y con obra rotativa. La relación calidad - precio son una de las cualidades de este local. Excelentes sus pescados y carnes. Una bodega variada y de calidad.
Nos gustan los buenos restaurantes, salimos muy a menudo a comer fuera de casa y de vez en cuando hay que probar sitios nuevos para ampliar el abanico de posibilidades, en este caso nos equivocamos. Con la mesa reservada para 14 personas, nos dicen que solo hay chuletón a la piedra para dos (y menos mal porque lo sirvieron pasado, demasiado hecho) los entrantes muy normalitos, destacando el buding de cabracho que tenia trocitos de hielo. La carta de vinos muy escasa y encima no tenían de todos los que aparecían en la misma. Cuando por fin elegimos un vino que si que tenían, nuestra tercera elección, al pedir la tercera botella nos dicen que se les ha acabado........... Nos saco uno de la casa gratuito pero aun así........... Los postres muy normalitos también, elaborados con prisa (chocolate sin terminar de fundirse) y emplatados sin ningún esmero. Buen trato, pero no volveremos.
Estuve con mi familia cuando íbamos a un pueblo cercano somo de casualidad, me sorprendió el comedor muy amplio y con un estilo rústico que le hacia muy acogedor, el trato estupendo una gran persona Juan Carlos, se come fenomenal y el menú del día es muy económico, con gran variedad y de calidad. Muy recomendable, volveremos...
Fuimos de vacaciones a Cantabria y nuestro hotel estaba al lado de este restaurante, comimos allí el primer día y repetimos todos los demás. El trato fue muy bueno, la comida genial y el precio muy asequible. Se lo recomendamos a todo el que visite aquella zona que por otro lado es preciosa.