opiniones sobre el Restaurante La Taberna de Perorrubio

La verdad no tengo palabras, bueno si, estuvimos cenando en este restaurante y estaba todo buenísimo los crujientes de pato estaban que quitaban el hipo y los postres no te digo nada como estaban. Una gente muy maja y muy amables tomo nota para poder otra escapada y volver a repetir.

Para nosotros la calidad de la comida extraordinaria, atendidos con mucha amabilidad. La taberna parece un bar de pueblo que no se corresponde con la calidad y profesionalidad de la dueña. Nos encanto

Sencillamente genial. Tiene mucho mérito, estando donde están, desarrollar esa cocina. Destacaría en cualquier gran ciudad.

Trato muy agradable, muy buena la relación calidad - precio. No dejéis de probar los postres, sobre todo el flan de queso azul con membrillo. Recomendable

Es el lugar ideal para las escapadas, para los que les guste el asado y para los que quieran probar la fusión de los sabores de la zona con los sabores actuales. Nos encanto el trato e intercambíamos anecdotas. Os recomiendo el rabo de toro bien a la pimienta o bien con orejones. Ademas por ir en otoño nos sorprendieron con boletus con foie-gras (delicioso). Los postres tenían un mimo especial, yo me decante por el flan de queso azul con membrillo de la zona, fenomenal. Vamos que ya tenemos sitio para unos cuantos años.

Viajo muchos fines de semana a Sepúlveda y por fin ese fin de semana paré en Perorrubio. Primero en Internet y luego confirmado por varios amigos, me habían hablado muy bien de este restaurante sin que nunca me decidiera a parar en el pueblo. Este fin de semana lo he hecho: y desde luego que ha merecido la pena. Lo recomiendo a todo el mundo por la mezcla entre comida tradicional y de autor con un toquecito francés. El local es una sorpresa para esta zona de Segovia, la pareja que lo lleva es amable, pero lo mejor es la comida. Me encantaron los crujientes de pato y la hamburguesa de rabo de buey, de lo mejor que he comido últimamente. Mi acompañante tomó un taco de bacalao con salmorejo que estaba realmente rico. Bueno, que es superrecomendable. Por cierto se me olvidaban los postres, nosotros probamos el tiramisú, y merece reservarse para el dulce.

Lamento que el resto de opiniones tengan un indudable tufo de estar cocinadas por los propios dueños o allegados, porque la impresión que obtuve fue la de un lugar bastante cutre y apenas sucedáneo de lo que parece que pretende ser. Aparte, deberían ser conscientes, y lo digo como crítica constructiva, que los recocinados y restos del día anterior se acaban notando. Mal hábito injustificable para cualquier restaurante que se precie y se respete.

Gran acierto haber elegido este restaurante en perorrubio, entre pedraza y sepúlveda. Quedamos muy satisfechos con todos aspectos que se puedan valorar. La comida exquisita, muy bien cocinada, muy bien servida, y a unos precios razonables. El local muy bien decorado con estilo rústico Segoviano y muy todo muy limpio. Pero sin duda lo mejor de todo ha sido la amabilidad y simpatía de los dueños, muy atentos en todo poniendo gran empeño en agradar y que nos sintíeramos agusto mostrando gran empatía también con los niños. Ellos han sido los primeros en decirnos que se habían ganado un 10. Sin duda repetiremos cuando tengamos ocasión.

Muy buena experiencia, lo recomiendoa toda la gente que valore lo sencillo a la vez que la calidad. Esta guardado en la agenda para repetir.

El otro día estuve con unos amigos por el románico de Segovia y acábamos en u pueblecito donde hay nos habían recomendado parar a comer. La iglesia no nos decepcionó, pero he de decir que lo que realmente nos sorprendió fue el restaurante. Una acogida estupenda dio paso a unos platos sabrosos y bien cocinados. Especial mención a los platos de pato, una de mis debilidades.

Estuve con unos amigos y nos encantó este restaurante. Me lo habían recomendado y mereció la pena, aunque por fuera no lo parezca. El trato fue muy bueno y pudimos tomar algo distinto al omnipresente lechazo con ensalada. Un acierto y volveremos.

Nosotros salimos contentos de ese sitio, a parte de la calidad de la comida y del precio, nos trataron con cariño y la sensación fue muy buena. Se lo recomendamos a todos/as los que puedan ir a comer allí porque saldrán encantados. Besos

Sorprende este sitio por estar en un pueblo tan pequeño y por la originalidad y calidad de los platos, que van más allá del tradicional lechazo asado de la zona. Original es también el ambiente del comedor pues, junto con la habitual decoración rural, hay numerosas muestras de arte africano: figurillas, máscaras, instrumentos musicales... Los platos son a base de ingredientes caseros (algunos, incluso, de producción propia) y en ellos se nota el esmero con que se elaboran. El trato es muy amable y hasta cordial, y los precios bien ajustados. Lástima no poder opinar sobre el vino (había que conducir luego). Merece la pena desviarse para conocer el restaurante cuando se esté por la zona (Sepúlveda y las hoces del duratón).

El pasado 25 de julio fuimos a visitar Sepúlveda y a la hora de comer decidimos alejarnos un poquito y descubrimos la taberna de Perorrubio, un lugar encantador, a unos 8 km. Aproximadamente donde nos trataron de maravilla y quedamos encantados con el menú. De primero una ensalada de pato (con mucho pato) y unos hojaldres de boletus, a cada cual mejor. De segundo un arroz con queso de cabra azul de la zona, para los amantes del queso, no os lo podéis perder, está exquisito y confit de pato, que se deshacía en la boca, con mermeladas de manzana y frutas rojas. No nos pudimos resistir al postre, aunque ya estábamos satisfechos, un flan de queso con membrillo casero, espectacular. Os lo recomiendo, si pasáis cerca, merece la pena el desvío, os lo aseguro.

Hace unos días estuve por la zona con unos amigos y por casualidad paramos a preguntar unas cosas de la zona. El trato fue muy bueno y por eso decidimos volver a comer allí. En principio pensamos en picar algo pero la verdad es que todo estaba muy bueno y al final acabamos saliendo de allí completamente llenos. Aconsejo probar los guisos, increíbles, y el tiramisú no se quedó atrás. Volveremos.