Taberna donde los camareros, cocinero y dueña (una señora con un tinte de pelo naranja horrible) se permiten fumar delante de ti, rascarse el pelo o traerte los platos con un kleenex en las manos recién usado. Los camareros [...] tienen un aspecto poco aseado. Comida: ensalada 9 euros por un bloque de lechuga vomitivo. Fritura 15 euros por calamares congelados. Querían cobrar una botella de vino (5. 50 euros) cuando fue una copa de la casa (1 euro). Fue la única mala experiencia de Asturias. Una pena por cudillero.