Fui a cenar en pareja, y la verdad fatal, la ensalada normalita y con embutido de muy baja calidad de segndo pedi pollo a la brasa y era incomible,hecho a saber de cuando, solo lo tuvo que recalentar, en fin ni para repetir ni regalado, pésimo
Fui a cenar en pareja, y la verdad fatal, la ensalada normalita y con embutido de muy baja calidad de segndo pedi pollo a la brasa y era incomible,hecho a saber de cuando, solo lo tuvo que recalentar, en fin ni para repetir ni regalado, pésimo
Estupenda relación calidad-precio. Servicio rápido y amable. Hay 2 menús de fin de semana de 12,00 y 16,00 euros de mucha calidad y bastante elaborados. He comido el mejor arroz con ceps de mi vida. Creo que es un restaurante sin pretensiones que sorprende por la calidad y el precio.
Instalaciones normales, son lentos en servir y muy mal educado el dueño a la hora de contestar a sus clientes, carácter heredado por el hijo. Después de media hora sentados tenemos que pedir al menos la bebida. En la mesa del fondo les pasa lo mismo. La comida normalita
Las instalaciones son correctas. El servicio ni fu ni fa. En cuanto a la comida, la ensalada de foie dejaba un poco que desear. El foie rallado salió prácticamente congelado (resulta que hay que congelarlo para poder rallarlo, pero eso no impide que una vez hecho esto no puedas dejarlo reposar para que adquiera la temperatura ambiente, y por ende, sabor). El filete, de unos 16 euros, estaba bueno, pero carecía de personalidad y la pieza era bastante pequeña. Venia acompañado por una patata al horno partida por la mitad y un pimiento del piquillo. El postre tampoco destacaba; ¿saben el típico coulant que no es coulant, sino que esta cocido por dentro? Pues eso. En definitiva, un restaurante pretencioso que falla sobretodo en la relación calidad precio de sus platos.
Local acogedor y trato familiar. Muy acorde con el entorno, la comida es de excelente calidad, las raciones completísimas y el precio muy bueno. La carne es deliciosa y las ensaladas originales. He comido las mejores manitas de cerdo de mi vida.
Local precioso rústico y acogedor acorde con su estilo de comida. Platos sencillos de una gran calidad y a un buen precio. El trato es muy agradable y familiar. Los caracoles y ensaladas están para chúpate los dedos y el cochinillo también. Tienen una carne de primerísima calidad y sobresale el entrecot de buey argentino que si te lo comes con foie es una delicia. Nosotros repetimos y al mediodía hicimos un menú por 14,50 euros muy completo.