Hicimos una reserva para diez pero por motivos diversos sólo nos presentamos seis. Nos asignaron una hora para comer y fuimos puntuales, estuvimos agusto, los camareros no nos molestaron ni para si queríamos más vino, o nos faltaba agua, adivinaron que no queríamos chupito ni copa porque no nos ofrecieron. El local bien pero muy ruidoso. Vale la pena por la comida.