Genial, un sitio perfecto para cualquier tipo de reunión o evento social. Amabilísimos y comida deliciosa. Todo un lujo
Restaurante muy acogedor. El trato por parte de los camareros fue exquisito. La comida sorprende por la originalidad y por el sabor. Muy recomendable para ir en pareja o con amigos. Repetiré una y otra vez.
Estado estas navidades con la familia el trato insuperable y la comida también, todo muy elaborado sorprenden y muy rico la verdad un 10, de precio muy económico. Espero volver pronto. Lo recomiendo
Buena calidad de la comida, ambiente agradable y buenos precios. Falta personal para atender las mesas, pero el camarero que hay es muy atento.
Estuve este sábado en una boda muy íntima que los novios decidieron celebrar allí y... Me encantó todo, empezando por la ubicación dentro del pueblo. En el interior la decoración está muy cuidada. Nos reservaron todo el comedor de arriba, que tiene un encanto muy especial. La comida, de lujo. ¡recomiendo especialmente, por su originalidad las setas gratinadas con espuma de ali-oli de miel y caramelo! La atención de los camareros, impecable. Eché un vistazo a la terraza y... Me parece ideal para una cena romántica.
Creo que lo están descuidando. Antes era mejor en cuanto a calidad y a precio. Hubo detalles está tercera vez que no me gustaron: tardaron mucho en servir el primer plato, había montones de moscas, el bar huele a aceitillo y es súper oscuro, el postre de la copa estaba hecho hace rato (la crema había hecho costra y estaba aguadillo), te obligan a pedir el mismo menú (hay dos) a toda la mesa… lo bueno es el personal, la comida rica en general y la bonita terraza, sin moscas, claro. Aconsejaría que se pusieran las pilas para no descuidar detalles como el del postre, que flexibilizaran lo de no poder elegir menú, que pusieran algo para las moscas y que hicieran una reforma en el bar de entrada.
Restaurante un restaurante muy bueno el servicio fue muy bueno y la cocina es espectacular comimos el menú la torre los entrantes los sirvieron ellos y los platos principales los elegimos nosotros los postres riquísimos tenéis que probar el sufle de pistacho el cual tenéis que avisarlo con tiempo si no queréis esperar
Sorprende este pequeño restaurante en pleno centro del pueblo, enfrente de la iglesia, donde la comida está muy cuidada, así como la propia decoración de la mesa (bajoplatos, flores... ) e incluso... El baño. Al principio nos pusieron en una pequeña bandejita de pizarra el aperitivo, cucharita de lentejas con pulpo y un vasito de crema de puerros. Con el pan había dos tipos para escoger: normal o con semillas. Se veía que el camarero, muy amable, disfrutaba con todo lo que nos ponía, y explicándonos que llevaba cada comida y lo bueno que iba a estar. Se agradece que el cochinillo te lo pongan con acompañamiento (pimientos verdes y rojos, una especie de frito con capas de queso, y pimientos de padrón). De postre, la tarta de manzana está espectacular, muy finita y crujiente. Si tienes intención de pedirlo, casi decirlo con tiempo, ya que se ve que la hornean en el momento y tarda un poquito. Los precios no están mal, ya que todos los platos están muy preparados. La única pega quizá es que el comedor no esté totalmente separado de la barra.
Impecable. Comida riquísima y servicio de primera en un espacio con mucho encanto. Volveremos sin duda!!