Restaurante: La Yaya Amb la Lluna

En este restaurante deben tener la costumbre de servir los platos fríos, ya que a nosotros nos paso lo mismo. Fuimos una noche a cenar, como último recurso, ya que eran fiestas y la mayoría de restaurantes estaban cerrados. Preguntamos si tenían mesa para 6 y nos dijeron que no había ningún problema, rápidamente nos pasaron al salón. No fueron tan rápidos en venir a tomar nota, ya que estuvimos esperando 0. 45 minutos, no nos ofrecieron ni las bebidas!!! Después de la larga espera traen dos platos, al cabo del rato otros tres y cuando ya todos habíamos acabado de cenar (ya que no podíamos esperarnos a tener todos el plato en la mesa porque estaban casi fríos) se dignaron a traer el palto que quedaba, por supuesto frío también. Le comunicamos a la responsable del local, Cristina creo que es su nombre, que no estábamos nada contentos con el servicio recibido y en lugar de intentar que saliéramos medianamente contentos nos hizo enfurecer mucho más su actitud pasiva, era como estuviera acostumbrada a las quejas de sus clientes. Este restaurante esta perdiendo muchísimo, basta con mirar la poca clientela que tienen los fines de semana, cuando los restaurantes de alrededor están a tope.

Fuimos a cenar el sábado para celebrar un cumpleaños, y la cena fue un desastre. Nos trajeron las tapas que habíamos pedido de primero con los segundos. Mi plato de pasta fue pésima la combinación y elaboración del plato, otro de los platos de pasta lo trajeron helado, como sacado de la nevera sin pasar por el fogón. La pizza fue lo único aceptable. Después estuvimos esperando que nos recogieran los platos y trajeran cafés (puesto que no nos íbamos a arriesgar con los postres) más de media hora. Y para la cuenta lo mismo, tuvimos que pedirla 3 veces y esperar también otra media hora. Así que en resumen, un caos y nada recomendable. Nota: no aceptaron los tiquets restaurant y eso que tienen un cartel en la puerta que indica todo lo contrario.

No soy dada a dar opiniones acerca de los lugares en los que he estado, pero creo necesario que el restaurante tome algunas notas para mejorar su servicio. Estuvimos el sábado cenando, éramos un grupo de amigos y teníamos mesa reservada a las 22h. Llegamos puntuales, no sentamos y ordenamos sobre las 22. 30h, no fue hasta una hora más tarde cuando nos empezaron a servir la cena, muy a nuestro pesar, fría y las pizzas algo quemadas. El ruído del local era insoportable, la acústica precaria y el exceso de grupos hace que no oigas ni siquiera a la persona que está sentada a tu lado. Para acabar de arreglarlo, pedimos los postres. Si algo es realmente original en este restaurante es un chupito de irish coffe llamado "jaumet", realmente bueno, es lo que os recomiendo, pero antes preguntar si tienen copas limpias, puesto que solo nos sirvieron uno ya que se habían quedado sin copas, completamente inaceptable. A favor del restaurante creo que el servicio es agradable, además acaban de pintar el local lo que lo hace más bonito. Per señores, si quieren un consejo o aceptan a menos gente a la vez o se organizan mejor, porque en lo que a mi respecta dada la experiencia haré lo posible por no volver.

En tres ocasiones he ido con mi pareja y en las 3 hemos quedado muy satisfechos. Hay pequeñas cosas que deberían pulir pero ¡el resultado es al 98% de satisfacción, muy ricas las pizzas!!!

Me encanta!! Es una forma de poder salir a cenar y que te llegue el dinerito para una copa!!! Todo muy rico y baratito!!!