Asistimos a una boda en abril. Desde el minuto uno te hacen sentir a gusto, en un entorno único en murcia y un servicio controlado por tiempo y divido por fases por lo que el resultado fue atención un once, que no un diez y la comida desde el jamón a cuchillo en el aperitivo y platos en salón es de alto nivel. Tomas un amor, atento y un grandísimo gerente (¡gracias! ) recomiendo 100%. En larache se merecen la excelencia.