Restaurante: Las Aceñas

Experiencia malísima inolvidable :-( si visitas la página del restaurante no te creas nada de lo que pone en relación a la comida, el servicio, la presentación, …lo único que sí es cierto es que el lugar es bonito, al lado del río Duero, pero elije cualquier otro lugar para comer porque seguro que será mejor que las aceñas. Podría describirlo con una sola palabra: "cutre", aunque no por el precio... Reservé con tiempo para una celebración familiar, hablé con el responsable/dueño de las aceñas (javier) para elegir el menú “especial” y me confirmase cuestiones como el aire acondicionado... “vestiremos las mesas, no como están para el menú de día”. "ensalada especial de entrada, con queso de cabra, salsa.. Algo de gracia" me dijo el dueño. Pero la realidad fue muy distinta. Nos pusieron en la planta de arriba en la que no hay aire acondicionado y le da el sol todo el día. Como primer entrante nos pusieron la típica ensalada mixta (lechuga iceberg, cebolla, tomates cherry y atún) que venía sin aliñar... Y para colmo los camareros decían que ya lo estaba. Los segundos, aunque la materia prima era buena, venían con una presentación pobretona, nada que ver con las fotos que ponen en su web. Y por favor, si se pone entrecot, se pone cuchillo adecuado para ese plato. Que no sean los comensales los que tengan que pedir un cuchillo para cortar la carne. Para 18 personas 4 botellas de vino! El pan envuelto en un papel sin plato para dejarlo, manteles individuales como cuando comes en un burguer king, … mucho tiempo de espera entre los platos... Todo ”muy especial”. Otro detalle, la trona para bebé que nos trajeron tenía la mesita llena de polvo y tierra. A ver quién sienta a su bebé ahí! En definitiva, una experiencia pésima que nunca olvidaré. Y no creo que fuera “mala suerte” o una casualidad. Así es el restaurante las aceñas: cutre y caro. Puedes ir a tomarte una bebida a la terraza, pero no se te ocurra ir a comer porque te amargará el día.

Muy mal. Estuvimos cenando con amigos y el pescado estaba que olia a podrido de lejos y el pan correoso al quejarnos nos trataron muy mal. No volveremos. Nada recomendable.

Comida pésima con servicio también bastante malo. No se salva ningún plato del menú no merece la pena

El lugar lo conocía pues había comido en él hace unos años y su enclave a la orilla del Duero es una maravilla. El otro día decidí con mis amigos de Zámora cenar en el mismo. Después de los entrantes, pedimos platos de carne y mis otros dos amigos "bacalao confitado", todo acompañado de un buen vino de la zona. Sorpresa decepcionante todo, pero en especial el bacalao, con una pobre presentación y una elaboración desastrosa, no acorde con el precio que figuraba en la carta. Además, su personal debe mejorar el trato con el cliente, haciéndolo más cercano en lugar de frío y distante.