Es una maravilla de restaurante. 9 sobre 10. Trato muy agradable, el local casero y entrañable. Lo hemos pasado muy bien, en una semana que hemos estado por la zona hemos comido 3 veces en restaurante volveremos gracias.
Es una maravilla de restaurante. 9 sobre 10. Trato muy agradable, el local casero y entrañable. Lo hemos pasado muy bien, en una semana que hemos estado por la zona hemos comido 3 veces en restaurante volveremos gracias.
La comida excelente, la relación calidad precio también. Un ambiente agradable y, las personas con las que compartí unas horas, muy hospitalarios. Me sentí como en casa, un 10. Un abrazo, espero poder volver pronto .
El entorno sigue siendo el mismo, pero el restaurante ha cambiado. Ya no se encarga josep de colmar nuestro apetito con su cocina hecha con sencillez y corazón, esto se nota. La sensación de entrar en un mundo de olores y sabores cálidos salidos directamente de sus cazuelas y sartenes, ha dejado de existir de momento en abizanda la comida actual es abundante pero sin la excepcionalidad del servicio y la calidad anterior
Es una maravilla de restaurante. 9 sobre 10. Trato muy agradable, el local casero y entrañable. Buena relación calidad- precio. Te sorprende un cocinero con gorro de cocinero, que tiene hueco entre comida y cena de participar en el teatro de titeres que se representa en el pueblo y jugar con los niños un partidito de fútbol en la plazita del pueblo. La cocina es "fusión" de muchos lugares. Es un oasis que no te esperas en un pueblecito tan pequeño de los pirineos. Recomendamos todos los platos que degustamos: arroz negro, chuletón, embutido y queso, las patatas bravas... ( no son picantes, van con salsa alioli). Dejaros aconsejar cada día. El pueblo de abizanda es maravilloso y una parada obligatoria para los amantes de los titeres. Ya que existe un museo de los titeres creado por paco y pilar "los titiriteros de binefar", que es una maravilla. Suerte en los nuevos proyectos. Lo recomendamos especialmente
El entorno sigue siendo el mismo, pero el restaurante ha cambiado. Ya no se encarga josep de colmar nuestro apetito con su cocina hecha con sencillez y corazón, esto se nota. La sensación de entrar en un mundo de olores y sabores cálidos salidos directamente de sus cazuelas y sartenes, ha dejado de existir de momento en abizanda. La comida actual es abundante pero sin la excepcionalidad del servicio y la calidad anterior
Abizanda es un pueblo encantador, muy recomendable para todo el que le gusten las cosas auténticas y además del lugar la gente que allí vive y que trabaja para que este pueblo siga adelante, es estupenda. La comida en la atalaya es muy buena, y la atención también, así que desde casa mandamos al cocinero una estrella, que no es michelín pero es nuestra. Besos para angélica y bruno.
Local justito. Atención muy buena. La cocina estupenda, y el precio muy bueno también. El entorno es un pueblecito encantador. Lo recomendamos.