Lugar agradable y con muy buenos detalles. Comimos el menú carmen, que a mi juicio tiene una inmejorable relación, calidad-precio, una cocina muy cuidada. Servicio rápido y muy atento. Volveremos sin dudarlo.
Lugar agradable y con muy buenos detalles. Comimos el menú carmen, que a mi juicio tiene una inmejorable relación, calidad-precio, una cocina muy cuidada. Servicio rápido y muy atento. Volveremos sin dudarlo.
Una cena absolutamente perfecta, personal muy atento, comida fina pero no demasiado sofisticada y excellente relación calidad/precio.
Simplemente excelente!! El edificio es espectacular, la decoración interior es sobria pero lo mejor es la comida, a quien le gusta cocina creativa estará encantado!
Nos gusto mucho a mi mujer y yo. Un buen servicio, correcto y atento, un salón muy clásico con cierto encanto y una comida degustación llena de matices. Por poner alguna pega la vajilla era muy austera y la degustación no fue maridada con buenos vinos. Tuve la sensación de estar en un sitio con cierta decadencia, había pocos clientes y los postres y licores no estuvieron a la altura de una estrella; ver la diferencia de trato al servir un gintonic, de un cliente a otro, sienta un poco mal, a mí también me gusta más sin romper la burbuja ( lo de la cucharilla en forma de espiral ). En este centro deguste de manera lenta y con mucho gusto el mejor rabo de toro que he probado en mi vida, sí, me gusto más que el rissoto. Y tardare a olvidar el sabor de la merluza en salsa de guindilla dulce con musselina de limón. Pero lo que no me olvidare nunca sera el haber pasado la mejor noche en mucho tiempo con la mujer de mi vida en el segundo aniversario de bodas. Un besazo cariño. Y suerte para el lillas pastia.
Es mi restaurante favorito, los alimentos son de primera calidad y bien cocinados, el restaurante se encuentra en un bonito edificio de Huesca capital. Puedo comprender que para algunos bolsillos pueda resultar algo caro, pero el menú compensa, el servicio de camareros es correcto. Es el restaurante donde como en los viajes de Zaragoza a jaca, una o dos veces al mes.
Además de contar con 1 estrella michelin me habían hablado bien de este restaurante. Este verano recorrí 150km para, además de visitar Huesca (remanso de paz y tranquilidad), comer en el Lillas Pastia. Decepción total. Fiestas de San Lorenzo, restaurante lleno, ruido escandaloso, carta y vinos muy justo, el servicio hizo lo que pudo. Ni siquiera, supongo que al vernos forasteros, nos ofrecieron los aperitivos que si lucían en las mesas de al lado. Hoy he leído que le han retirado la estrella que tenia, una pena. No me extraña.
ESPERABA MUCHO MAS, POR LA FAMA, MUCHOS CAMAREROS, MUCHAS PERSONAS DANDO VUELTAS AL COMEDOR, CON UN TACONEO BASTANTE MOLESTO, POR LO CONTINUO.
TOME UNA TOSTADA DE FOIE CON MANZANA CARAMELIZADA, QUE APAGABA POR COMPLETO EL SABOR DEL FOIE, Y DESPUES LA LUBINA, AL HORNO Y CON UNAS LAMINAS DE AJO, POCA CANTIDAD Y CON UNA MINI GAMBA COMO UNICO ACOMPAÑAMIENTO. LA LAMPARA QUE ESTABA SOBRE MI CABEZA, UN GLOBO REDONDO, ESTABA ROTA, Y LA CUCHARA CON LA QUE MI MARIDO TOMO EL POSTRE, TENIA RESTOS PEGADOS. UNA PENA, LO QUE IBA A SER UNA CELEBRACIÓN SE CONVIRTIÓ EN UN FIASCO.
Discrepo totalmente con la opinión de esta usuaria.A mi me pareció de muy alta calidad, tanto la comida, los vinos, el servicio,el local y todo lo demás....de hecho volvería cualquier día de estos. Lo malo que está en Huesca y yo soy de Zaragoza, pero merece la pena ir allí de todas todas.... para mi, un diez en todo. Gracias.