Muy buen restaurante con vistas al puerto. Servicio muy eficiente. El menú de 30 platos es muy variado y de calidad. Pescado fresco. La sopa de pescado con sus tropezones, realmente muy buena. El rape con gambas y el rape con calamares, visualmente deslumbrantes y muy exquisitos. De postre tomamos tiramisú con nata y flan de queso con nata, simplemente de vicio, por su sabor y su generosidad en las porciones. Os lo recomiendo y repetiréis como nosotros.