Restaurante: Los Borrachos

Sin lugar a dudas, de lo mejorcito de Zaragoza. Mi marido y yo solemos ir(no tanto como nos gustaría)y desde luego, siempre salimos encantados. La comida es siempre muy buena y de calidad. La presentación en el plato es extraordinaria y la cantidad, más que suficiente. A mi personalmente lo que más me gusta de este restaurante, es la atención del personal. Siempre atentos al menor detalle. Nunca te falta nada en la mesa porque ellos siempre están pendientes de todo. Ayer hemos cenado en los borrachos, y como siempre,¡¡¡hemos salido encantados!!! La decoración es encantadora y muy acogedora y la tranquilidad que se disfruta en los borrachos... ¡¡¡Es inmejorable!!! Se lo recomiendo a todo el mundo y sobre todo a las parejas que quieran disfrutar de una velada inmejorable.

Tenía ganas de ir al sitio y la decepción fue mayúscula. Para empezar una cosa es que las cosas sean viejas (que no antiguas) y te pueda gustar o no ese tipo de decoración, a mi por ejemplo, la iluminación me agrada, pero es que las lámparas están sucias, el cenicero que nos pusieron en la mesa (sin preguntarnos si fumábamos) tenía restos de ceniza, en el techo (bajísimo, agobiante y con gotelé de los años 50) había una tremenda mancha de humedad y luego esta el dudoso gusto de tener cientos de revistas por las mesas... En fin, son cosas que podría perdonar, pero a la hora de pedir, me encontré con una carta más bien limitada excepto en lo que se refiere a los precios, para colmo las dos cosas que queríamos (daditos de bacalao y medallones de ciervo) se habían "acabado" curioso, teniendo en cuenta que eramos los dos únicos comensales.

La carta de vinos otro vez limitada, pedimos un protos, pues no tenían, entonces Marboré, tampoco tenían (los dos figuraban en su corta carta). Me saco un Ribera del Duero que dejé a su recomendación. Efectivamente, estaba mas bien malote. Era joven y excesivamente frío ¿si le he pedido dos crianzas antes ¿a que viene sacarme un vino joven como sustituto?.

El rodaballo que pedimos y que costó 21 euros era una espina de rodaballo con algo de pescado, además un poco pasado. El solomillo estaba bien, pero los champiñones de guarnición eran bote y la salsa de mostaza sabía demasíado a vinagre. Para rematar un postre "delicioso" (dicho de viva voz, porque no había carta de postres); una tarta de chocolate de las sacher que venden en el alcampo de la semana pasada que estaba dura como una piedra. Total para los dos 100 euros. Sin categoría, sin opciones, sin precio, sin limpieza, y con un servicio correcto pero casposete, este restaurante esta anclado en los años 70 con precios del 2020. Horrible.

Soy un cliente mas o menos asiduo... Siempre estáis de 9 para arriba, en treinta años no cambiáis ni un apice, sabéis adaptaros a los tiempos... Incluso ahora en la crisis no habéis subido precios desde hace años. Esto os da prestigio, además de la gran atención y profesionalidad hacia vuestros clientes... Que en muchos sitios en estos tiempos goza por su ausencia. Vosotros habéis sabido adaptaros a todas clases con los menús degustación y cenas de empresas, seguir asi, esta gastronomía aragonesa exquisita no puede desaparecer.

Mi pareja y yo fuimos a celebrar nuestro aniversario y quedamos encantados, tanto el trato como la comida y bebida fueron excelentes, el precio genial, los menús degustación oscilan entre los 35 y 40 euros, creo recordar. Nos colocaron en un reservado intimo especial para parejas, todo muy bien. Igual la decoración esta un poco desfasada, pero creo que le da un encanto especial al restaurante. Sin ninguna duda altamente recomendable

Es la primera vez que escribo en una pagina web para dar mi opinión, pero al ir a cenar a este restaurante mi obligación era escribir cuatro lineas para poder decir: MENUDO RESTAURANTE¡¡
Elegimos uno de los menús degustación que tienen, que por cierto son varios, de 32€ a 40€, y fue un gran acierto. Todo muy bueno, no se puede decir mas, con pocas palabras basta.

Pero una de las cosas mas importantes también es el servicio de atención en LOS BORRACHOS, los camareros muy atentos y fueron sus detalles y sus formas lo que mas me llamo la atención y me gusto. Aquí si que puedo decir que se merecen un 10.

Si vais, acertareis seguro. Es el típico restaurante para quedar muy-muy bien con la pareja o con los amigos.