Servicio malo pero la comida de buena calidad. No pusieron copas apropiadas para el vino. Al servirlo dejaron la botella sin cubitera ni servilleta, goteando el caldo.
Servicio malo pero la comida de buena calidad. No pusieron copas apropiadas para el vino. Al servirlo dejaron la botella sin cubitera ni servilleta, goteando el caldo.
Un buen lugar, con una buena comida, la atención es esmerada. Y una excelente compañía, hace de este lugar en el centro de Granada único.
Después de mucho pensármelo invite a mi marido a cenar por nuestro aniversario de boda, aparte de vacío el restaurante esta mal atendido por camareros no tan profesionales como un hotel de 5 estrellas necesita. En los platos mucho diseño y estética cuidada, pero el sabor brilla por su ausencia. Todo esto sumado a que tuvimos que pedir el vino en 4 ocasiones porque no tenían el que pedíamos... El servicio de pan terrible ( no nos dieron a elegir pan excepto cuando repetimos, y estaba frío y duro); han echo que ni nos planteemos el volver una segunda vez. En este lugar el refrán "cria fama y échate a dormir" le viene como anillo al dedo, pues es eso lo que tiene básicamente.... Fama. En resumen el dinero peor gastado en un restaurante en lo que va de año, quise sorprender a mi marido y nos llevamos un chasco tanto gastronómico como monetario.... Porque la relación calidad precio no esta para nada equilibrada.
He comido en este restaurante un par de veces, la segunda vez fue para darle una segunda oportunidad ya que la primera resulto decepcionante, pero la segunda fue aun peor... La calidad de la materia prima es buena, eso no lo dudo, pero la manipulación es mala; eso unido a la poca imaginación del jefe de cocina en sus recetas ( algunas son copias con variaciones de otros Senzone) hace que en mis próximas visitas a Granada me aloje en el hotel pero no haga uso de su restaurante. Los postres (una torrija con granizado de zanahoria incomible y un postre de pistacho con una sopa de café con unos grumos intragables... )
en fin, un atraco a mano armada.
Me resulta incomprensible que un restaurante de un hotel de lujo esté atendido por camareros que se hablan a voces de una punta a otra del local. Pedimos tres vinos diferentes y ninguno lo tenían en stock, y los postres estaban incomibles. Es una pena que teniendo el local que tienen tengan un servicio tan horroroso que no compensa una cocina "normal". Decepcionante
es uno de los mejores restaurantes en los que he comido nunca, es todo perfecto, el ambiente el servicio el vino y como no la comida,