Que puedo decir del rimbombin, me quería dar un homenaje después de fiestas y que mejor lugar que mi restaurante preferido he ido sólo para disfrutar de la comida en silencio les pedí el reservado y como era entre semana no tuve problemas de sitio, comí codorniz en escabeche y una langosta y de postre café copa y puro, si dios estaba mirándome se daría cuenta que en ese intenso momento me inundaba la felicidad, gracias por que este restaurante exista y estén Bilbao. José mari trueba