Restaurante: Mas del Cigarrer

Nos decepcionó muchísimo. El dueño no nos ofreció la hhhabitación que pedimos, nos ubicó en una que era un horno literalmente... ; muy altivo y distante nos dijo que el pago sería en efectivo (información con la que no contábamos porque en ningún momento se nos indicó.. ). Respondimos que no teníamos efectivo y que nos iba fatal hacer el viaje en balde para sacar dinero, que le hacíamos transferencia al momento..., se negó, su contestación: "os lo dije al llegar.. " así que gastamos km, tiempo y gasolina para buscar dinero y ni un "gracias". Vivimos en un país dónde toleramos actitudes como ésta y contribuimos al fraude. Me arrepiento tantísimo de darle el gusto a este personaje de salirse con la suya.. Leer ahora que realiza esta práctica de forma habitual. Es una vergüenza elías. Espero que pronto aprendas la lección de que la "avaricia rompe el saco" y de que "tarde o temprano se recoge lo que se siembra". Y añadir que es una lástima que un lugar así sea propiedad de quien no lo merece, porque tanto esfuerzo realizado en decorar, con acierto, en vano resulta si no acompaña un sentimiento...

Lloc molt tranquil i cuidat amb detall, piscina i terrassa, molt acollidor i relaxant!! Vistes espectaculars i pots submergir-te en els sons dels ocells i la natura!!

No queríamos dejar pasar la ocasión de valorar nuestra estancia en más del cigarrer. Desde el primer contacto todo ha sido genial. Tanto via email, como por teléfono. Y que decir de núria, la persona de contacto allí en la casa. Un encanto, dispuesta a ayudar en cualquier cosa y momento. Se estaba de maravilla. Todas las habitaciones con un encanto personal. El paisaje desde la casa es precioso. La comida es senzilla i excelente precio- calidad equitativo. Si alguien busca una casa para desconectar y disfrutar de la naturaleza, ésta es la casa ideal. Mandamos un saludo a elias y núria. Esperamos volver en otoño.

He estado un par de veces (en el 2005 y en el 2010), y muy muy bien. Trato: atento y cordial, pero no empalagoso. No te van detrás. Una vez te entregan las llaves, te dejan en paz. Pero si necesitas cualquier cosa, te atienden enseguida y si pides referencias para ir a visitar, te ofrecen todo tipo de explicaciones. El entorno: está situado entre dos poblaciones a unos kilómetros de ambas, por lo que no hay ningún tipo de contaminación lumínica ni sonora. Ningún problema de aparcamiento. Habitaciones: las dos en las que he estado son espaciosas, limpias y acogedoras. Esta última vez he estado en la zona nueva, en una habitación que hace esquina, con unas vistas preciosas. Abrir el ojo y ver ese amanecer desde la cama, es un lujo del que muy poquitas veces he disfrutado. Restaurant: la carta no es demasiado extensa pero suficiente, con materia de primera (se nota), y bien elaborada y presentada. Todo está muy bueno, pero la galta de porc y els peus de porc guisados son una auténtica delicia. Sorprendentes los vinos de la tierra que me recomendaron por su relación calidad/precio. El comedor es acogedor, límpio, lleno de detalles, y casi todos ellos con historia. Tienen una exposición de fotos antiguas muy chula. Resumen: excelente establecimiento en una comarca preciosa. Totalmente recomendable bajo mi punto de vista.

Se come bien, pero el trato de la que parece es la propietaria resulta pretencioso y altivo. La labor del servicio de mesas más voluntarioso que eficaz. Es difícil recibir una información adecuada o de sugerencias. Y yo las dos veces que he ido se ha repetido lo mismo. Volví una segunda vez porque no se comía mal y pensé que el trato frío y altivo de la primera vez había sido tal vez fruto de un mal día. Ya no iré una tercera vez. Se ve que la estúpidez es allí un estado de ánimo habitual. El precio depende como se mire. Se puede comer igual y más barato en casi todos los pueblos de la zona. Las instalaciones son discretas pero están bien, aunque no os dejaran que te des un paseo por el recinto, o sea que da lo mismo.