Hemos ido a este restaurante en varias ocasiones. El trato del personal, el dueño y su hermano es siempre muy bueno y familiar. El menú del día está muy bien en relación calidad-precio, se puede recomendar sin ningún tipo de problema. El menú de calçotada es posible que los calçots no sean lo mejor, pero son muy aceptables y no creo que puedas llegar a terminarte toda la comida que ponen: ración de calçots (puedes repetir), alcachofas, parrillada de carne muy amplia, postre y vinos muy bien elegidos. El salón es grande y a veces un poco ruidoso, pero supongo que es normal con la cantidad de gente que cabe. Eso sí, en invierno a veces hace un poco de frio, un par de grados más no estarían mal, este puede que sea el único pequeño inconveniente. Por todo lo demás, es un restaurante muy recomendable y en el que se come muy bien, y el servicio muy bueno.